En su libro El arte de simplificar la vida, la escritora belga Dominique Loreau narra sus experiencias en Japón, país donde aprendió que la simplicidad y el deshacerse de objetos que ya no usamos enriquece la vida: tener poco para valorar lo esencial. Y si bien en tiempos de música digital y libros electrónicos eso parecería sencillo, lo cierto es que la mayoría de nosotros somos parte de la generación fetiche: nos gusta conservar y lucir nuestros discos, nuestros dvds, nuestros libros. Así que más que como método para desechar, ordenar puede ser una excelente oportunidad para recordar discos que hace tiempo que no escuchábamos, recuperar libros que ni recordábamos que teníamos o volver a ver películas viejas. Acá, nuestras recomendaciones musicales -que no ocupan lugar- para emprender la tarea.
Un disco atemporal que cada día suena mejor, se grabó en la misma casa en Río de Janeiro donde vivió Antônio Carlos Tom Jobim. La selección de los temas no incluye precisamente los más famosos del gran compositor, pero la alquimia se logró con la voz sutil de Paula, la maestría del enorme músico japonés Ryuichi Sakamoto al piano -alma mater del proyecto- y el cello de uno de los mejores músicos de Brasil, Jacques Morelenbaum. Vale la pena disfrutarlo en momentos de intimidad, dejándose llevar por las 16 canciones que dan forma a esta Casa, que llena el ambiente cada vez que suena. Les advertimos que estamos ante una comunión sublime, intimista, sin ninguna estridencia y que llega a la emoción sin el menor esfuerzo. Sakamoto se apasionó tanto en la creación como en el resultado del proyecto, que luego editó una compilación de bossa nova, con temas que lo inspiraron, llamada O brilho do tempo; también grabó dos dvds, uno documental de la gira que los llevó a gran parte del mundo a presentar Casa y otro es el concierto en vivo. Una pena que solo se haya editado en Japón, pero siempre se puede encargar.
Temperametal es el último álbum en estudio del dúo Everything But The Girl, formado por Ben Watt (compositor, guitarrista, arreglador) y Tracey Thorn (vocalista y guitarrista). Si bien no disolvieron su sociedad en la vida fuera de los escenarios -siguen siendo pareja-, sí lo hicieron como dúo y ambos siguieron sus carreras solistas. En el caso de Tracey, se volvió de culto: no da entrevistas, y se dedica a componer y a criar a sus hijos en su casa en las afueras de Londres. Cada vez que edita un nuevo trabajo, las buenas críticas son unánimes. Vale la pena, de todos modos, volver a este gran disco de la faceta más electrónica, house y trip-hop, que remasterizado en formato doble, se convirtió en un éxito de ventas en el mundo. El primer CD trae el disco original más tres bonus tracks ( "Firewall", "Come In" y una versión en vivo de "Temperamental"), y el segundo, una colección de diez remixes en el que se destacan "Five Fathoms" y "Lullaby Of Clubland".
Elvis Costello es sin duda uno de los músicos más inquietos en el panorama del pop, y a este disco lo podría definir la frase "editar un trabajo sin sentido, pero con mucho interés". La idea consistió en compilar sus temas incluidos en películas. Y a pesar de que él mismo dijo en más de una ocasión que detesta las compilaciones de "grandes éxitos", el resultado de este In motion pictures es un valioso recorrido de más de treinta años de carrera. Temas que aparecen en películas como E.T, El Padrino III, Notting Hill o El Gran Lebowski, entre otras, y recuerdan escenas o momentos inolvidables que supieron emocionarnos. Además, este recorrido de 15 temas también nos lleva a recorrer todos sus estilos: desde sus comienzos con el punk y new wave, hasta el rock más puro y la balada romántica. El hombre también suele decir que no quiere etiquetas en su música: con ese espíritu se puede disfrutar de este disco.
Todo empezó en una radio de París interesada en la movida electrónica que, de manera muy artesanal, se puso a editar compilaciones de dance, house y trip hop hasta reggae. La premisa de Nova Tunes es sorprender a sus oyentes y explorar nuevos territorios musicales a través de la mezcla de distintos estilos: batirlos en una coctelera y servirlos en copas frías. La única obsesión de esta radio, transformada en más de 10 compilaciones, es la diversidad de sonidos, el descubrimiento de nuevos talentos y lograr trasladarnos a lo que se escucha en las calles no solo de París sino también de Berlín, Londres o New York. Para mentes que quieren descubrir otros universos musicales que no suelen circular por las grandes discográficas.