El juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, brindó una entrevista exclusiva a LT10 tras confirmarse su postulación para integrar la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe. Durante la charla, el magistrado se refirió a su trayectoria, su visión sobre la independencia judicial y el impacto personal que tuvo el crimen de su hermana en su carrera profesional.
Alurralde relató que el ofrecimiento formal se dio el martes pasado, un día antes de la firma del decreto, durante una reunión con el gobernador Maximiliano Pullaro. "Me hizo la propuesta y coincidimos en un punto básico que yo mismo planteé: la independencia absoluta de mis decisiones. Él mismo me lo garantizó y me lo reiteró varias veces", afirmó el juez.
Para el magistrado, esta postulación no es un cambio de rumbo, sino la continuidad de una postura que sostiene desde hace 15 años: "No me voy adecuando al gobierno de turno. Siempre he defendido la tolerancia cero con el narcotráfico y la lucha frontal contra los puntos débiles del tráfico de estupefacientes".
Uno de los pilares de la filosofía de Alurralde es romper con la imagen de una Justicia distante. El juez criticó la vieja idea de que los magistrados solo deben hablar a través de sus fallos. "Yo hace 15 años que soy juez en Reconquista y siempre atendí a la prensa. Eso nunca me trajo complicaciones", señaló.
En ese sentido, defendió el uso de un lenguaje claro y accesible en las sentencias. "Las decisiones judiciales afectan a la sociedad y la gente tiene derecho a conocerlas en términos sencillos. He llegado a incorporar gráficos en causas técnicas porque es de sentido común: si dispongo una medida para reparar una ruta, es porque paso por ahí y veo los pozos", ejemplificó.
Además, Alurralde compartió un aspecto personal que marcó su visión sobre el sistema judicial: el femicidio de su hermana, Marta Romero. "Se lo dije al gobernador: mi familia fue víctima de la Justicia santafesina", confesó.
Recordó con dolor que, a pesar de las pruebas y los testimonios, el caso quedó impune. "No se investigó, el juez citó a una testigo solo por compromiso y cerró la causa. Esa persona quedó libre y volvió a matar. La impunidad mata, y eso ocurre cuando hay una Justicia que no sabe atender a la víctima", sentenció con dureza.
Sobre el proceso que sigue ahora en la Legislatura provincial, el magistrado se mostró paciente. "No tengo apuro ni ansiedad. Hoy sigo a cargo de tres juzgados federales y viajando todas las semanas", explicó. Respecto a su posible mudanza a la capital santafesina, aclaró: "Nunca perdí el contacto con Santa Fe, sigo dando clases allá, pero mi casa está en Reconquista. No abandono el norte".
Finalmente, insistió en la necesidad de cubrir las vacantes en la Justicia Federal para mejorar la lucha contra el narcotráfico en la provincia: "No pido jueces para mí, pido herramientas y logística para que la Justicia sea más efectiva para la sociedad, que es a quien nos debemos".