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El juez del caso Nóos, José Castro, apura la búsqueda de datos y declaraciones sobre la actividad económica de Iñaki Urdangarin para avanzar en el cierre de las diferentes ramas del sumario. Este lunes cuatro imputados relacionados con los negocios del yerno del Rey declararán en el juzgado de Palma para perfilar, además, su papel y las supuestas responsabilidades como testaferros, apoderados e intermediarios.

El primero en comparecer, como implicado, será el apoderado del exjugador de balonmano del Barça, Mario Sorribas, que trabajó de gestor en el Instituto Nóos y para Aizoon —sociedad familiar de los duques de Palma donde tuvo poderes—, así como en otra sociedad De Goes, de la supuesta trama exterior. Sorribas ha declarado ya en la causa y su relato ha sido favorable —hasta ahora— a los intereses de Urdangarin. De no variar la situación, es uno de los candidatos a sentarse en banquillo cuando se celebre el juicio. Su versión es considerada de relieve para explicar cómo funcionó, realmente, la trama Nóos, que montaron Urdangarin y su socio Diego Torres.

Sorribas ha exculpado al duque de Palma. Hasta ahora ha sostenido ante los investigadores que Torres, era "el jefe" de los negocios. Señala que, además, este controló la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS) tapadera puesta en marcha en 2007 cuando Urdangarin tuvo que apartarse, aparentemente, de la actividad de Nóos por indicación del Rey.

Después comparecerá ante el juez el hombre de paja de la malla exterior del caso, Robert Cockx que ya ha detallado al fiscal y a la policía su rol de tenedor y comisionista de sociedades pantalla off shore. Su nombre aparece vinculado a la cuenta suiza de la nota que Urdangarin entregó a Aguas de Valencia para facturar unos trabajos de asesoría. El duque señaló que el pago debía canalizarse a la titular a la empresa Alternative Generale Service de Robert Cockx.

Para Anticorrupción, el duque de Palma, negoció un contrato de Aguas de Valencia de la familia Calabuig y Banco de Valencia que le reportó unos ingresos de 375.000 euros por servicios de búsqueda de inversores en países del Magreb y Oriente Medio. El esposo de la infanta Cristina cobró, según la acusación, 140.000 euros en una cuenta corriente internacional, aunque inicialmente pactó percibir 125.000 euros trimestrales junto a su colaborador también interrogado José María Treviño.

También está citado en Palma, en calidad de testigo, el empresario y amigo del duque, Álex Sánchez Mollinger, que ayudó a la búsqueda de proyectos y contactos y percibió una parte de la partida de la empresa Aguas de Valencia. Este empresario ya había explicado su cercanía personal al duque de Palma.

El yerno del Rey se desvincula de estos negocios internacionales. En el contrato de Aguas de Valencia medió y cobró el publicista valenciano Miguel Zorío, quien declarará de nuevo ante el juez. Fue intermediario para Nóos ante la Generalitat Valenciana y la alcaldía de Valencia. Intervino en la consecución de la partida para el proyecto de los Juegos Europeos en Valencia, por el que Nóos cobró 382.000 euros públicos pese a que no se desarrollaron.