A poco más de un día de iniciada la búsqueda, rescatistas de la Prefectura Naval Argentina (PNA) encontraron el cuerpo del capitán del buque Río Turbio, que se hundió ayer tras ser embestido por una embarcación paraguaya en el río Paraná de las Palmas, cerca de Zárate. Aún continúan desaparecidos seis tripulantes.
El cuerpo de Gustavo Caracciolo, capitán del arenero, fue hallado antes del mediodía por personal de la PNA, que esta mañana reforzó la intensa búsqueda desplegada desde ayer.
“Se sumaron helicópteros, unidades de superficie y buzos y rescatistas, por lo que ya son más de 15 buques y más de 50 personas los afectados a la búsqueda de los tripulantes", precisó un vocero de la PNA. El operativo se extendió durante toda la noche y no se detuvo siquiera durante el amanecer, cuando la zona se cubrió de una pesada niebla que dificultaba severamente la visibilidad.
Los tripulantes que aún continúan desaparecidos son el jefe de máquinas, Felipe Aguirre; uno de los baqueanos, Ramón Rodríguez, y el marinero Cristian Marmet, además de José de la Fuente, Marcelo Córdoba y Luciano Luna. Sus familiares se encuentran en el lugar del accidente a la espera de novedades, y varios de ellos pasaron la noche en un puesto de la PNA y la Cruz Roja.
El rastrillaje, que se extiende desde el lugar del accidente (en el kilómetro 101 del Paraná de las Palmas), aguas abajo hasta el Río de la Plata. También se realizan búsquedas en tierra.
El arenero "Río Turbio", que se hundió en pocos minutos tras el choque con el barco “Ava Paraguaya”. Del último buque, continúan detenidos e incomunicados el capitán, el timonel y el baqueano, que eran los encargados de las maniobras en ese momento.
LT10 - Choque de barcos en el Paraná
Domingo 13 de Mayo de 2012 - 16:36 hs
Hallaron el cuerpo del capitán y aún hay seis desaparecidos
El cadáver de Gustavo Caracciolo fue encontrado por personal de Prefectura, que esta mañana reforzó el operativo de búsqueda con más helicópteros, buzos y rescatistas. Siguen detenidos tres tripulantes del buque paraguayo que embistió al arenero.
Fuente: Clarín