Con la competencia en pausa para varios equipos y Unión transitando días de descanso hasta el 2 de enero, el repaso estadístico del calendario 2025 permite detectar futbolistas —en este caso, basquetbolistas— que dejaron una huella clara en el desarrollo de sus equipos. En el Tatengue, uno de esos nombres es Franco Balbi, cuya influencia se refleja con nitidez en distintos apartados del juego.
El base juninense se transformó en una referencia dentro de la estructura rojiblanca, no solo por su experiencia sino también por su impacto directo en la circulación del balón. Balbi aparece entre los mejores cinco asistentes de la competencia, con 67 pases gol, una cifra que lo posiciona inmediatamente detrás de los líderes del rubro y lo confirma como uno de los principales generadores de juego del torneo.
Más allá del total acumulado, el promedio también lo respalda. Con 4,8 asistencias por partido, el ex Flamengo se ubica en el tercer escalón de la tabla general, pese a haber estado ausente en uno de los encuentros disputados. Un dato que potencia aún más su rendimiento y su regularidad cuando está en cancha.
Pero el aporte de Balbi no se agota en el costado ofensivo. En defensa, su lectura y anticipación también lo destacan. Con 25 recuperos, integra el Top Five de la Liga, una estadística que suele pasar inadvertida, pero que habla de su compromiso y de su capacidad para sostener la intensidad en ambos costados del rectángulo.
En un Unión que todavía busca afirmarse en la temporada, Balbi aparece como un eje silencioso pero determinante, capaz de ordenar, asistir y también incomodar al rival. Los números lo respaldan y el receso encuentra al Tatengue sabiendo que, en la reanudación, gran parte de su funcionamiento volverá a pasar por las manos del base juninense.