El presente de Colón en la Conferencia Norte de la Liga Argentina de Básquet dista de ser el esperado. Con apenas tres triunfos en 12 partidos disputados de los 32 que componen la fase regular, el equipo rojinegro transita la parte baja de la tabla y todavía no logra encontrar regularidad. Las únicas alegrías llegaron en condición de local y de manera consecutiva, ante Sportivo Suardi, Barrio Parque y Bochas SC.
Más allá del traspié en la última presentación frente a Independiente de Santiago del Estero, el recorrido del conjunto dirigido por Leandro Spies estuvo condicionado por una constante: nunca pudo contar con el plantel completo. En ese contexto adverso, hubo un nombre propio que sostuvo al equipo y se erigió como referencia indiscutida: Hans Feder Ponce.
El escolta nacido en Salamanca se transformó en el máximo goleador de la Liga Argentina, torneo que reúne a 34 equipos, con números que lo colocan en lo más alto del plano individual. Feder Ponce promedia 22 puntos por partido, con una efectividad destacada: 76 de 151 en dobles, 18 de 61 en triples y 36 de 47 desde la línea de libres, registros que hablan tanto de volumen como de eficiencia.
La dimensión de su rendimiento se potencia al compararlo con la Liga Nacional. El goleador por promedio en la máxima categoría es Agustín Brocal (Oberá Tenis Club), con 17,9 puntos, cifra que queda por debajo de la media que ostenta el jugador de Colón, incluso teniendo Brocal dos partidos más disputados.
Los líderes del goleo en el básquet argentino
En la Liga Nacional, el Top Five de anotadores por promedio lo encabeza Brocal, seguido por Tyler Sabin (Obras), Francisco Cáffaro (Boca), Thomas Cooper (Racing) y Facundo Rutenberg (San Lorenzo).
En la Liga Argentina, en tanto, Feder Ponce manda con autoridad, escoltado por Iván Catani (Norte de Armstrong), Juan Abeiro (Fusión Riojana), Santiago Bruno (Hindú) y Cristian Amicucci (Independiente).
En medio de un escenario complejo desde lo colectivo, Colón encuentra en Hans Feder Ponce un sostén ofensivo de jerarquía, una pieza que mantiene al equipo competitivo y alimenta la expectativa de que, con mayor regularidad y plantel completo, los resultados puedan empezar a acompañar en la segunda mitad del campeonato.