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El primer dolor de cabeza para la nueva YPF llega, paradojas aparte, desde “abajo”. Un conflicto gremial en Santa Cruz amenaza con paralizar la producción de combustible en la provincia, que representa el 30% de la actividad petrolera del país.

A partir de las 20 de ayer, el sector del Sindicato General de Petróleo y Gas Privado que lidera Héctor Segovia, expulsado el año pasado por la intervención del Ministerio de Trabajo de la Nación, declaró un paro y comenzó a manifestarse en el acceso al yacimiento Los Perales, en Pico Truncado y Cañadón Seco.

Al cierre de esta edición, las crónicas provenientes de Santa Cruz anunciaban un gran despliegue policial para enfrentar a los manifestantes.

La medida ocurre el día en que Miguel Galuccio, nuevo CEO de YPF, se instaló en sus oficinas de Puerto Madero y comenzó a manejar la parte más política de la agenda, luego de haber visitado a trabajadores de Comodoro Rivadavia el lunes.

El paro fue confirmado por Segovia y Luis Cárdenas, miembro de la Comisión del Sindicato de Petroleros santacruceña, en declaraciones a radios provinciales. La pata sindical del gremio desconoce la medida. “No hay paro. En todo caso actuará la justicia”, dijo a El Cronista el secretario general, Antonio Roberti.

Lo cierto es que la medida de fuerza de uno de los gremios más combativos del sector petrolero llega en momentos en que la YPF estatizada está empezando a funcionar. El lunes, Galuccio anunció que en cien días presentará un plan a cinco años y pidió el compromiso de todos los trabajadores. En tanto los distintos sindicatos petroleros buscan hacerse un lugar en el directorio de la firma.

El conflicto en Santa Cruz se reavivó el fin de semana. Segovia volvió a la sede del Sindicato, del que había sido expulsado. Según sus oponentes, “la usurpó”.
Segovia lo negó: “A nosotros no dieron las llaves del Sindicato, recuperamos el edificio y no violentamos nada. El problema de quién dio la orden es del gobierno, no creo que un comisario se tome la facultad de entregar una llave sin orden superior”, dijo.
Roberti dio otra versión: “Hay un sindicato que está intervenido, está usurpado y la Justicia lo repuso el día de ayer (por el lunes). No hay paro”, insistió. Al ser consultado sobre los efectos que pueda tener la medida, indicó, escueto, que “está actuando la Justicia”.

El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, afirmó que “esta gente sigue siendo una minoría, pero apela a estos métodos de corte de ruta y bloqueo de yacimientos”.
Peralta está aquejado por múltiples problemas económicos y anunció que pagará los salarios de hasta 12.000 pesos y que el resto de los empleados municipales y provinciales cobrará a mediados de mes.
“Aquello que perdamos a raíz de un paro no lo vamos a recuperar nunca, porque nadie va a venir a poner la plata que Santa Cruz pierda por este motivo”, lamentó el mandatario. “Los que corten deben hacerse cargo de los daños que 280.000 santacruceños van a tener”, insistió.