Entre los rivales que la Selección Argentina tendrá en la fase de grupos del Mundial 2026 aparece Jordania, un equipo que hará historia al disputar por primera vez una Copa del Mundo. Su clasificación no fue sencilla: atravesó unas Eliminatorias asiáticas llenas de obstáculos, pero logró un giro decisivo cuando consiguió un valioso empate frente a Corea del Sur como visitante. Ese resultado fortaleció al plantel, que terminaría asegurando el boleto mundialista en marzo, tras vencer a Omán con una fecha de anticipación.
Jordania ocupa el puesto 66 del ranking FIFA y ya había estado muy cerca de clasificarse hace más de una década. En el camino hacia Brasil 2014 alcanzó el repechaje intercontinental, aunque fue claramente superado por Uruguay, que lo goleó 5-0 en Ammán antes de cerrar la serie con un 0-0 en Montevideo. Con el nuevo formato de 48 selecciones, el conjunto asiático logró meterse directamente entre los participantes.
El responsable del funcionamiento actual es Jamal Sellami, un marroquí con pasado mundialista en Francia 1998 —aunque con mínima participación— y que hoy se erige como la voz de la experiencia dentro de un grupo que no conoce este tipo de escenarios. Desde su llegada, Sellami construyó un equipo compacto, disciplinado en defensa y letal cuando recupera la pelota y sale rápido de contraataque.
La figura que más sobresale es Musa Al-Taamari, volante ofensivo del Rennes francés. Es el futbolista más desequilibrante que tiene Jordania: rápido, movedizo y clave en las transiciones ofensivas, suele ser la pieza que rompe líneas y genera peligro en cada avance. Su presencia será uno de los puntos a tener en cuenta por parte del cuerpo técnico argentino.
Para la Albiceleste, Jordania será un rival completamente nuevo. No hay antecedentes entre ambos en partidos oficiales ni amistosos, algo que obliga a un análisis detallado de su presente y su estilo de juego. Con una estructura sólida y un plan basado en la velocidad y el sacrificio, los jordanos llegan al Mundial como debutantes… pero no como un rival sencillo.