Fue el vicepresidente del club rafaelino, Carlos Eguiazu, confirmó la medida adoptada. De esta forma, quedó trunca la reunión que ambas dirigencias iban a mantener hoy por la mañana en Rafaela, de la que iban a participar también la policía provincial y la municipalidad de dicha ciudad.
La decisión se iba a tomar en medio de una cena que tenía pactada anoche la dirigencia de Atlético, pero antes de eso optaron por darle un corte al tema e informar a Central que el partido iba a ser sólo con hinchas locales.
En principio estaba el okey de la AFA y de los organismos de seguridad de la provincia. Pero ambas dirigencias no pudieron llegar a un acuerdo en el tema de la venta de entradas, tanto en la cantidad como en la forma de venta.
En Arroyito advirtieron que no querían hacerse responsables de poner a la venta sólo 2.500 localidades, ya que consideraron que se trataba de una cifra muy inferior a la demanda que iba a haber. Algunos hasta manejaron la posibilidad de que Atlético invierta las cabeceras y que enviaran entre 6 mil y 7 mil entradas.
Mientras, en Rafaela consideraron que desde Central hubo "palos en la rueda" y que hubo mucho "manoseo".
Así, la chance que se les había presentado a los hinchas canallas se frustró.