Los católicos que lo deseen podrán acudir desde entonces al Vaticano a venerar las reliquias de Padre Pío, una iniciativa que se enmarca en los eventos organizados por el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, convocado por el papa Francisco y que comenzó el pasado diciembre.
El dispositivo de traslado de las reliquias incluye su transporte en una urna especial que a su vez va protegida con una caja de vidrio de plexiglás con la que se pretende evitar que sufra daños.
Además, van en una furgoneta que amortigua al máximo las vibraciones durante el recorrido por carretera y las medidas de seguridad incluyen la de prohibición de vuelos en el espacio aéreo en torno al santuario donde se veneran habitualmente las reliquias.
Los actos programados en el Vaticano comienzan el 5 de febrero con la procesión que trasladará los restos desde la basílica de San Salvatore in Lauro hasta la de San Pedro del Vaticano.