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La historia de su padre siempre fue conocida. Pero esta vez le tocó al hijo de aquél empresario que comandara los lugares nocturnos Barrabás y Barracuda, los mismos que tantas generaciones de muchachones de Paraná recorrieran durante décadas. En esta instancia, José Luis Vaillard, de 24 años y quien lleva el mismo nombre de su padre fallecido hace ya un tiempo, cayó por una droga no muy usual en esta capital, salvo en fiestas privadas (algunas de ellas muy conocidas), donde suele abundar ácido lisérgico. O sea una droga psicodélica semisintética que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas. Los ensayos científicos realizados hasta el momento demuestran que el LSD no produce adicción y no es tóxico, pero sí es conocida por sus efectos psicológicos, entre los que se incluyen alucinaciones con ojos abiertos y cerrados, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego.

El operativo policial en la vivienda de Laillard finalizó cerca de la medianoche, luego de algunas horas de intenso trabajo. Los tóxicos encontraron cerca de 100 dosis de estampillas de LSD, al igual que plantas y envoltorios de marihuana y 16 gramos de cocaína. También se hallaron elementos químicos para alargar la cocaína, envoltorios para su fraccionamiento, como así también balanzas de precisión. Junto a ello se secuestraron varios teléfonos celulares de última generación. La pesquisa determinó también una larga lista de clientes, con los cuales Vaillard trataba comercialmente, quienes también podrían verse comprometidos en la causa que inició el Juzgado Federal de Paraná, a partir de lo hallado.

Su padre había estado implicado en otros hechos del narcotráfico regional, tal como sucediera en septiembre de 2009, cuando fue detenido por Drogas Peligrosas de Santa Fe, junto a sus hijos. Entre otras cosas, en un automóvil Fairlane en el que se conducían se encontraron 457 gramos de cocaína, 54 gramos de marihuana y 6 microdosis de LSD. El dato había saltado en las escuchas telefónicas: "los paranaense venían a comprar marihuana a la zona norte de la ciudad de Santa Fe y de paso tantear el circuito prostibulario", había indicado una fuente de la Dirección de Toxicología de Paraná que acompañó a sus pares santafesinos en los 2 de los 12 allanamientos que fueron librados por el Juzgado Federal número 2 de Santa Fe.