Los locales fueron efectivamente los "Reds", quienes entusiasman nuevamente a la masa popular en los primeros compromisos del campeonato, ya que anteriormente habían cosechado sendas victorias sobre Stoke City (1-0) y Aston Villa (1-0). A pesar de no tener a Luis Suárez (todavía debe tres jornadas por la suspensión de diez que recibió tras morder a Branislav Ivanovic del Chelsea) ni contratar refuerzos como otros poderosos de la Premier League, el equipo sacó a relucir su hambre de gloria y ya se ubica en el casillero más alto con un puntaje ideal y hasta impensado.
La diferencia en el marcador fue el tanto marcado por el delantero que comienza a meterse en el corazón de la hinchada, debido a que todas las satisfacciones en la campaña fueron realidad gracias a sus intervenciones en las redes rivales. Luego, sin regalar nada, hubo que apelar a la defensa y disputar cada balón como si fuera el último para quedarse con la victoria.
Por su parte, los "Diablos Rojos" todavía suman 4 unidades (producto de una alegría sobre Swansea y una igualdad en el duelo ante los de José Mourinho que finalizó 0-0), perdieron el invicto y además desperdiciaron la oportunidad de treparse a la parte alta de la tabla. En la semana, el plantel conoció que compartirá zona en la Champions League con Shakhtar Donetsk, Bayer Leverkusen y Real Sociedad, como para empezar a preparar ese gran objetivo. Pero las cosas no salieron como estaban planeadas en el "derby" y será fundamental una rápida levantada.
David Moyes mantiene la racha adversa que lo acompaña desde su paso por el Everton, el otro acérrimo contrincante del Liverpool por cuestiones geográficas: jamás en su carrera como entrenador sumó un triunfo en el escenario que albergó hoy las emociones del encuentro.