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Un total de 41 personas de nacionalidades boliviana y peruana que eran víctimas de trata y explotación laboral fueron rescatados en el marco de 15 allanamientos realizados por efectivos de la Policía Federal y Prefectura, en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

En el primer procedimiento, realizado por Prefectura y la Dirección de Migraciones, fueron clausurados dos talleres textiles del barrio porteño de Flores y liberados 24 ciudadanos bolivianos que trabajaban en condiciones "infrahumanas", según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.

El operativo fue el resultado de pesquisas llevadas a cabo por el Departamento de Investigaciones de Trata de Personas de la Prefectura con la intervención del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 12, a cargo del juez Sergio Gabriel Torres.

De los allanamientos, tomó parte personal del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, la Dirección General de los Recursos de la Seguridad dependiente de la AFIP y la Dirección General de Protección del Trabajo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

En el segundo operativo, la Policía Federal Argentina rescató a 17 personas de nacionalidad peruana y detuvo a una pareja del mismo origen, cuyos integrantes están sospechados de ser los cabecillas de una organización de trata de personas. El procedimiento consistió en tres allanamientos realizados en el Gran Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires.

Según indicaron voceros ligados al operativo, las averiguaciones realizadas previamente marcaron que las personas eran traídas desde su país de origen con falsas promesas laborales.

Una vez en la Argentina, a las víctimas les retenían sus documentos y obligaban a extensas jornadas de más de 16 horas diarias vendiendo productos de telefonía celular o puestos de flores y, de acuerdo con el volumen de venta, se les dejaba una parte mínima para alimentación.

Los trabajadores pernoctaban en una vivienda en condiciones infrahumanas, encerrados bajo llave y al cuidado de una mujer cómplice de la banda, en la localidad bonaerense de Morón.

En los allanamientos ordenados por el juez federal local Juan Pablo Salas se secuestró una elevada suma de dinero, producto de las ventas de productos, además de una camioneta de alta gama.