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Apenas Hugo Moyano lanzó la convocatoria para este miércoles, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, se puso a trabajar para evitar la presencia de Cristina Kirchner en la Casa Rosada cuando, a las 14, lleguen las columnas sindicales a la Plaza de Mayo. A un hecho inédito en la era K –la movilización del camionero– el Gobierno pensó retrucarle con otra: la primera visita de la mandataria a San Luis, el bastión de los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, que desde 2003 siempre le dio la espalda al oficialismo en las urnas.
No obstante, la caída de Fernando Lugo tal vez le brinde otra excusa al kirchnerismo para que Cristina Kirchner suba al Tango 01 ese día. Según distintas agencias, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, deslizó ayer que pasado mañana podría haber una reunión de urgencia de la Unasur en Lima para analizar la crisis paraguaya. Ningún país miembro confirmó aún la convocatoria. Los mandatarios ya tenían previsto juntarse el viernes en Mendoza para cerrar la cumbre del Mercosur, de la que incluso participará el destituido Lugo. 
Hasta anoche, en tierras puntanas mantenían el viaje de la jefa de Estado en agenda. Incluso hoy a las 10, Parrilli tiene previsto reunirse en su despacho con el jefe de Gabinete de la ciudad capital, Luis “Piri” Macagno y personal de protocolo del gobierno nacional y provincial, para ultimar el cronograma de la visita presidencial.

En rigor, Cristina Kirchner visitará por primera vez la provincia para inaugurar una planta de producción porcina en Juan Llerena, una localidad de 600 habitantes. Todo se organizó en menos de 24 horas, luego de que Moyano anunciara la marcha el pasado miércoles por televisión. Según fuentes de la gobernación puntana, el viernes por la mañana Parrilli se comunicó con el mandatario Claudio Poggi, que en ese momento se encontraba en Río de Janeiro en misión oficial, para sumarlo al evento. Como antecendente, meses atrás, el gobernador había invitado a la Presidenta a su provincia, un distrito que hasta ahora no pisó ningún Kirchner en el sillón de Rivadavia.

Si bien Poggi fue funcionario de Alberto Rodríguez Saá es más cercano al actual senador Adolfo. Con una estrategia similar a la desplegada por el santafecino Antonio Bonfatti, desde que asumió el pasado diciembre, el mandatario retomó el contacto con la Rosada. Así el puntano mantuvo encuentros con los ministros Julio De Vido (Planificación) y Florencio Randazzo (Interior y Transporte). Siempre con el mismo objetivo: reclamar los casi 7 mil millones de pesos que San Luis le reclama a la Nación. “No hay un acercamiento político, sólo institucional”, retrucan cerca de Poggi.

Si la Unasur no cambia los planes, la Presidenta estaría aterrizando en el aeropuerto de San Luis a las 11. El intendente local, Enrique Ponce, integrante de Kolina, la agrupación de Alicia Kirchner, le entregará las llaves de la ciudad. Y posteriormente CFK se trasladaría en helicóptero a Juan Llerena.