El cierre de esta temporada fue bastante movido para la estructura general de SFRC. Luego de ocho años, Martín Vich decidió terminar su proceso en la institución. El entrerriano venía trabajando desde Sub12 a Sub19.
Su lugar en el “santa”, lo tomará Martín Olivera. Actual jugador de La Salle, dirigió en el “colegial” donde inició un camino de reconstrucción desde abajo. Fortaleció las bases con un impacto positivo desde lo técnico y táctico a lo largo de tres años.
En Cabaña Leiva, hizo un trabajo sistemático y ordenado buscando desarrollar y jerarquizar el talento individual y grupal de las juveniles. Otro punto alto de su recorrido fue como integrante de los cuerpos técnicos de inferiores en los seleccionados de la Asociación Santafesina.
Sin dudas, representó un aprendizaje continúo para enriquecer su metodología, planificación, gestión de grupos en el alto nivel. En SFRC, dirigirá desde Sub14 (Flor Martegani será su asistente) a Sub19 (Matías Puliotti como ayudante).
Además, colaborará siendo parte del staff técnico de la Sub12.Esta nueva oportunidad es igual de seria, una buena chance de demostrar todo su crecimiento, en una institución que exige constantemente y tiene la vara alta.
Nuevos Aires en la línea Azul
En reemplazo de Adrián Kieffer, se apuntó a uno de los máximos referentes de la divisional masculina de La Salle y del seleccionado de la ASH con la suficiente trayectoria y categoría como para mejorar lo hecho hasta acá.
Mariano Otero desembarca al frente del plantel superior de la línea Azul. Viene de liderar a Argentino de San Carlos en los últimos dos años. En el “decano”, tuvo un paso brillante en la que consolidó y levantó hacia un perfil muy alto dado el funcionamiento de sus dirigidas.
Su equipo mostró una forma de excelencia en la que mejoró el rendimiento individual y ajustó lo colectivo más a su idea. Ese proceso dejó una huella histórica y consagratoria al lograr el ascenso, sacar boleto a la elite y jugar por primera vez en la “A” este año.
Ahora Otero arriba a un nuevo club, con nuevos desafíos, otra estructura y recursos para desarrollar, pero la misma pasión con objetivos ambiciosos para seguir evolucionando como entrenador.