Israel ha amanecido este martes con un nuevo Gobierno. Ha sido literalmente una decisión de la noche a la mañana. En plena madrugada, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y Shaúl Mofaz, líder del opositor Kadima llegaron a un acuerdo para formar un Gobierno de unidad nacional y desactivar la convocatoria de elecciones, anunciada un día antes y prevista para septiembre. El derechista Likud de Netanyahu y el centro derecha de Kadima son los dos mayores partidos del Parlamento israelí. La coalición que hasta ahora sostenía al Gobierno más Kadima sumarán más de dos tercios de los escaños.
A Mofaz, recién estrenado líder de Kadima tras la caída en desgracia de Tzipi Livni hace apenas un mes, le espera ahora el puesto de viceprimer ministro en el nuevo Ejecutivo gracias al pacto alcanzado anoche. Con Mofaz, de origen iraní, ex ministro de Defensa y hombre de sobradas credenciales militares hay ya tres ex jefes del estado mayor en el Gobierno, lo que cobra relevancia en un momento en el que las amenazas israelíes sobre un posible ataque a Irán se intensifican.
Anoche, la Knesset (Parlamento) ultimaba los flecos técnicos con vistas a su disolución inmediata antes de las elecciones. Fue entonces cuando se produjo el acuerdo-bomba. No se esperaba; desde luego no en este momento. “Drama político”, titulaba la edición electrónica del diario Yedioth Ahronoth.
El acuerdo también contempla que Netanyahu retirará la conocida como ley Tal, la que permite a los judíos ultraortodoxos no cumplir el servicio militar obligatorio para el resto de los israelíes –tres años para los hombres y dos para las mujeres-. A cambio, la nueva coalición presentará una nueva iniciativa legislativa a principios de junio. La ley ha sido fruto de intenso debate en los últimos meses y estaba prevista su reforma para este verano. La reforma de la ley Tal es más allá del oportunismo político y según los analistas el principal motivo de la recién estrenada unión del Likud y Kadima.
Yair Lapid, el joven presentador y estrella emergente de la política israelí criticó duramente el acuerdo, que consideró “feo y corrupto” y una muestra de la vieja manera de hacer política”. Lapid se perfilaba como la sorpresa que podría cambiar la ecuación política nacional en las próximas elecciones. Los sondeos le otorgaban hasta 10 escaños. Ahora deberá esperar un buen tiempo –hasta octubre de 2013- para poder dar muestra de su brillo en las urnas. Los laboristas también desaprobaron el pacto y Meretz, el partido de izquierdas lo consideró “pestilente”.
Martes 08 de Mayo de 2012 - 08:27 hs
Netanyahu pacta por sorpresa con el Kadima en Israel y cancela las elecciones
Fuente: elpais.com