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Como muy pocas veces ocurrió en el año, el Banco Central (BCRA) terminó con saldo negativo su balance cambiario del día. Ayer, la autoridad monetaria salió a mostrarse del lado del offer (oferta) del mercado mayorista de dólar. En concreto, vendió entre u$s 20 y u$s 30 millones en el contado del circuito en el que operan grandes players. Las ventas estuvieron secundadas por otros u$s 40 millones que aportó otra entidad oficial, el Banco Nación. El tipo de cambio en este segmento quedó así estabilizado en $ 4,4280 para la venta. En pantallas de bancos y casas de cambios permaneció en $ 4,40 y 4,44 para la compra y venta respectivamente.

Hace dos jornadas que el organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont viene repitiendo esta estrategia (si bien el miércoles saldó neutro porque recompró lo vendido sobre el final de la rueda). Lo llamativo es que en plena época de liquidación de divisas de la cosecha gruesa por parte del sector agroexportador, la entidad tenga que reforzar la oferta. Uno de los principales motivos que explican en las mesas a este curioso comportamiento apunta a una jugada oficial para quitarle presión al dólar negro reactivando otra vez el mercado oficial.

En las entidades financieras aseguran que el Gobierno liberó más compras de billetes en sucursales en las últimas tres ruedas y que ahora las altas por parte de la AFIP son mayores. Esto conduce a una mayor demanda de los bancos para poder vender en las filiales a particulares y al mismo tiempo calma las aguas en el circuito paralelo. La reacción oficial no es fortuita. Desde que se conoció el proyecto del kirchnerismo (convertido ayer en ley) para expropiar el 51% de YPF, se frenaron los negocios en el mercado cambiario reduciendo drásticamente el volumen. Pero, a su vez, el billete blue –como se denomina en la jerga al que se comercializa en las cuevas del mercado informal– se disparó en ese entonces unos 20 centavos o su equivalente de 4,05%, quebrando por primera vez en la historia los $ 5 al día siguiente de la noticia y llegando a costar en las jornadas siguientes hasta $ 5,17 para la venta. Desde fines de la semana pasada, la divisa paralela cedió algunos centavos, pero continúa muy por encima de la cotización oficial. Ayer descendió hasta $ 5,05, marcando una brecha de más de 13% con el precio de la city.

De esta manera, la lectura de los operadores reconoce en los últimos movimientos del Central una vía para hacer retroceder al blue. “Lo extraño además es que la entidad no jugó en futuros ofreciendo contratos baratos para no perder sus reservas como suele hacer si hay más presión en la demanda, sino más bien lo contrario: para fin de mes elevó la tasas, impulsando a que los bancos compren spot”, señaló el jefe de mes de una entidad líder.Pero también, hay que decir que las ventas de la mesa oficial responden a que, además de ser una semana atípica por los feriados, se suma el freno de algunas operaciones, como consecuencia de la alerta que generó la nueva norma que acorta los plazos para liquidar divisas en el país dispuestos por el Ministerio de Economía y el BCRA la semana pasada.
Los operadores advirtieron una menor oferta de la exportación desde que la medida entró en vigencia el viernes pasado.

Entretanto, el foco del Gobierno está anclado en la evolución del tipo de cambio paralelo. La explicación: además de ser un termómetro real de las expectativas de devaluación del público, y más allá de que el volumen de operaciones sea menor al del mercado formal, poco a poco la economía se está indexando a este valor. Varias industrias, como la inmobiliaria, automotriz o la construcción ya lo toman como referencia.