Hoy - Ahora María ya sabe la historia de su vida

Miércoles 06 de Abril de 2011 - 10:06 hs

Una santafesina recuperó su identidad

La Justicia Federal de Rosario identificó ayer la hija de dos desaparecidos. Según el análisis genético, María -su actual nombre- tiene "un 99.99% de parentalidad" con Cecilia Beatriz Barral, desaparecida en agosto del 76 y embarazada de 9 meses.

La hija de un pareja de militantes del ERP desaparecidos en Rosario durante la última dictadura fue identificada ayer a través de un examen realizado por el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), ordenado por el juez federal Nº 4 Marcelo Bailaque. Se trata de la hija de Cecilia Beatriz Barral, secuestrada en agosto de 1976 cuando cursaba un embarazo a término. Gracias a la infatigable tarea de su hermana Ana, María tiene desde hoy su nueva identidad. El caso tiene un parangón con el de los hijos de Ernestina Herrera de Noble, ya que Maria no aceptaba en sus comienzo hacerse un análisis de ADN, hasta que la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario ordenó la misma. El juez Bailaque informó ayer a las partes del resultado.

María estaba en el vientre de su madre Cecilia el 2 de agosto de 1976, cuando junto a su pareja fueron secuestrados de la vivienda de Necochea 2050 en un operativo clandestino llevado adelante por el Destacamento de Inteligencia 121, donde fueron secuestrados además otras dos personas y otro asesinado. Barral y su pareja fueron trasladados a la "Quinta Operacional de Fisherton", donde fueron vistos por última vez el 11 de agosto de 1976 por Fernando Brarda. Dos hombres armados la llevaron con solo unos días de vida a una vivienda de calle Amenábar al 3000 en la ciudad de Santa Fe, donde una familia la crió. El juez que blanqueó la entrega fue Luis Vera Candiotti, procesado en febrero último por supresión de identidad de María Carolina Guallane. Ana, quien tenía dos años entonces, supo que su padre podría haberle dado una hermana con otra madre. Nunca bajó los brazos, pensando en encontrarla. En 2004 el abogado santafesino Jorge Pedraza denunció el caso.

En diálogo con LT10, Jorge Pedraza, abogado de víctimas de la última dictadura y titular de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, expresó que “en el 2004 tomé conocimiento de este caso, que fue emblemático para la ciudad de Santa Fe. Este hecho ocurrió en agosto de 1976. Un grupo de tareas, que se movía en un Ford Falcón, le entregó una beba recién nacida a una familia que vivía en calle Amenábar, en nuestra ciudad. Este hecho se convirtió en una noticia que fue publicada por el diario El Litoral. Este hecho tomó estado público porque este grupo de tareas amenazó a un vecino (Francisco Caminos) que había sido integrante de la Corte Suprema de la provincia”.

Además, Jorge Pedraza agregó que “tanto la familia que recibió la beba como el Dr. Caminos hicieron la denuncia penal correspondiente en el juzgado de instrucción y en le Justicia de menores. Hay declaraciones judiciales vinculadas a esta causa y a la de María Carolina Guallane que aseguran que la ex secretaria del juzgado de menores Margarita Mayoraz (mujer que está fallecida) aconseja a esta familia que había recibido la beba que comience el trámite de guarda y adopción. Lamentablente, el Juez de menores Vera Candioti autoriza la inscripción en el Registro Civil como NN y le adosó el apellido de la familia que la había recibido”.

Consultado sobre si se pudo estimar donde nació la beba, el abogado de víctimas de la última dictadura señaló que “a este caso hay que vincularlo con otros caso de militantes desaparecidas embarazadas del sur de la provincia. Está el caso de Raquel Negro que ya está probado que tuvo familia en el Hospital Militar de Paraná”.

En este sentido, Jorge Pedraza sostuvo que “cuando yo hice las investigaciones detecto que en la ciudad de Rosario habían sido secuestrado una pareja de militantes del ERP (Ricardo Klotzman y Cecilia Barral). Ellos fueron secuestrados en un operativo que se realizó el 2 de agosto de 1976 y fueron a parar al centro operacional de Fisherton, de la patota de Feced. Cecilia Barral estaba embarazada a término. A mí se me ocurrió, utilizando la lógica de los militares santafesinos que enviaban a los bebés de los desaparecidos a la otra punta de la provincia, que María podía ser la hija de esta pareja desaparecida”.

Finalmente, el titular de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia remarcó que “yo creo que en este caso hubo supresión de la identidad perpetrada por los mismos que asesinaron a sus padres. Pero lo importante, es que esta joven recuperó su identidad. Ahora, hay que darle tiempo a María para que procese esta historia”.

Fuente: Rosario 12/LT10