Japón entró en desesperación para afrontar la crítica situación que se despertó tras las nuevas explosiones que se registraron en la central nuclear de Fukushima, que provocó "daños leves" en el núcleo del reactor 2. Las continuas contradicciones en torno a la situación despertaron la desconfianza de Europa que duda acerca de los informes "maquillados" que recibe desde la zona del desastre. En tanto, el comisario de energía de la UE empleó términos muy duros, calificó el incidente como el "apocalipsis" y sostuvo que en el país oriental "está todo fuera de control".
Además, el Organismo Internacional de Energía Atómica cuestionó por primera vez a las autoridades japonesas por el flujo informativo. "La comunicación tiene que ser reforzada", señaló el director general, Yukiya Amano. También pidió informaciones más rápidas y más detalladas para el organismo.
Los países de la Unión Europea (UE) decidieron imponer controles de resistencia a sus centrales nucleares ante eventuales sismos, tsunamis y ataques terroristas, tras el accidente en Japón, que un comisario europeo tachó de "apocalipsis".
"Se habla de apocalipsis y creo que es un término particularmente bien escogido", declaró el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, ante una comisión del Parlamento Europeo en Bruselas. "Prácticamente todo está fuera de control", agregó el comisario y afirmó "no excluir lo peor en las próximas horas y días" en Japón.
Por su parte, los medios japoneses asumieron una postura más dura por la respuesta del primer ministro Naoto Kan frente al desastre y criticaron al Gobierno y al operador de la planta nuclear, TEPCO por no ofrecer suficiente información sobre el incidente.
El mismo Kan arremetió contra el operador por demorarse tanto en informar a su despacho sobre las explosiones, exigiendo saber "¿Qué demonios pasa?", reportó Kyodo, que además agregó que el Premier ordenó a TEPCO que no retire a sus empleados de la planta.
"La televisión reportó una explosión. Pero al despacho del primer ministro no avisaron nada durante alrededor de una hora", increpó Kan a los ejecutivos de la compañía según citó la agencia Kyodo.
En tanto, las autoridades están intentando desesperadamente que el agua destinada a enfriar los núcleos radioactivos de los reactores no se agote, lo que provocaría un recalentamiento y emisión de materiales radioactivos dañinos. El operador de la central retiró a 750 trabajadores, dejando sólo a 50, mientras se impuso una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros alrededor de la planta. No se entregaron nuevos datos de los niveles de radiación dentro de la zona de exclusión, donde vive gente.
La crisis pareció agravarse cuando los operadores del complejo dijeron que una de las dos explosiones hizo un agujero en el edificio que aloja a uno de los reactores, lo que implica que combustible nuclear utilizado quedó expuesto a la atmósfera.
El primer ministro pidió a las personas en un radio de 30 kilómetros en torno a la instalación en el norte de Tokio, es decir una población de 140.000 personas, que no salieran al exterior, en medio de la crisis nuclear más grave desde el desastre de Chernóbil en Ucrania en 1986.
Funcionarios en Tokio -ubicada a 240 kilómetros al sur de la planta- dijeron que la radiación en la capital era 10 veces superior a la normal, pero negaron que este nivel fuera una amenaza para la salud humana en la tecnológica ciudad de 13 millones de habitantes
"La posibilidad de una mayor filtración radiactiva está aumentando", dijo un sombrío Kan en un discurso a la nación. "Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar que se extienda la filtración. Sé que hay mucha gente preocupada, pero quisiera pedirles que actúen con calma", dijo Kan.
En Tokio crece el pánico ante la inminente expansión de la nube nuclear. "Material radioactivo alcanzará Tokio pero no es dañino para el ser humano porque para cuando llegue allí estará disuelto", dijo Koji Yamazaki, profesor de ciencias medioambientales en la Universidad de Hokkaido. "Si el viento se intensifica, el material volará más rápido pero también se dispersará más en el aire", añadió.
A pesar de los llamamientos a la calma, habitantes de Tokio se apresuraron a las tiendas para abastecerse de provisiones. Unos grandes almacenes vendía radios, linternas, velas y sacos de dormir.
La radiación nuclear es un asunto especialmente delicado para los japoneses tras la peor catástrofe humana del país, cuando Estados Unidos lanzó bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Los temores ahora se centran en los daños en una parte del centro del reactor cuatro, conocida como piscina de supresión y que intenta enfriar y atrapar la mayor parte del cesio, yodo y estroncio en sus aguas enfriadas.
Casi 850.000 hogares estaban sin energía en un clima gélido, según la compañía Tohuku Electric Power, y el Gobierno dijo que al menos 1,5 millones no tenían agua potable. Decenas de miles de personas permanecían desaparecidas.
Hoy - Fugas radioactivas
Martes 15 de Marzo de 2011 - 20:03 hs
Europa cree que la situación de Japón está fuera de control y habla de "apocalipsis"
El panorama en el país asiático empeora minuto a minuto luego de que nuevas explosiones en la central de Fukushima provocaran "daños leves" en el núcleo del reactor 2. Según Francia, hay un alerta nuclear de 6 sobre un máximo de 7.
Fuente: ambito web