Lt 10

All Boys construyó este sábado una estimulante victoria por 2-1 nada menos que ante Vélez y en Liniers, escenario en donde el Fortín no caía desde hace diez meses. El conjunto de Pepe Romero supo aprovechar al máximo los errores de una última línea local que estuvo lejos de su mejor nivel, y cerrarse atrás con inteligencia para evitar que se conecten los peligrosos atacantes del Fortín.

Así fue que el conjunto de Ricardo Gareca pagó cara su escasez de ideas arriba (y, si se quiere, su falta de un cabeza de área) y sus distracciones defensivas. Porque, pese a dominar el trámite en su mayor parte del primer tiempo, se fue al vestuario abajo y algo contrariado.

En el inicio, tanto la intención del local de quebrar el cero como la de la visita de salir rápido en busca de la sorpresa generó espacios que le dieron vértigo al desarrollo, con David Ramírez, Maximiliano Moralez y Juan Manuel Martínez intentando de un lado y Sebastián Grazzini pretendiendo abastecer a Cristian Fabbiani y Mauro Matos del otro.

Primero avisó Moralez con un disparo alto tras una gran jugada, pero enseguida Juan Rodríguez exigió a Marcelo Barovero. Después, Ramírez hizo lo propio con Nicolás Cambiasso y en el rebote le despejaron el remate a Emiliano Papa, y el Burrito pateó muy cerca desde afuera.

Sin embargo, todo cambiaría a los 24 minutos. Entonces, un pelotazo frontal tomó a la defensa local mal parada, Fabbiani la bajó hacia la izquierda para Rodríguez y éste habilitó a Grazzini para que, desde el borde del área, clavara un sablazo letal por sobre Barovero. El baldazo de agua fría se sintió en el Fortín, que se tomó unos minutos para reacomodarse. Entonces, Emmanuel Perea tuvo su chance con un remate alto.

Sobre el descanso Vélez volvió a ponerse el traje de protagonista, aunque chocando demasiado con la zaga Carlos Casteglione-Eduardo Domínguez. Intentó con Moralez desde lejos y sin puntería y con un cabezazo de Augusto Fernández en soledad pero sin dirección. El dueño de casa no encontraba un camino claro para abrirle el arco a Cambiasso.

En el complemento, los de Gareca arrancaron convencidos de ir por la igualdad. Y a los nueve, en su primera llegada clara, Papa se fue al ataque por izquierda y siguió Martínez, quien mandó el centro para que Ramírez anticipara de cabeza y por el centro y mandara el balón a la red por el segundo palo.

Pero el entusiasmo local duró poco. A los once, Cristian Vella escapó por derecha, se la dio al área a Fabbiani y el Ogro pudo descargar hacia atrás hacia el desmarcado Grazzini para que otra vez metiera el zapatazo fulminante a la izquierda de Barovero.

Y a partir de entonces fue cuando el equipo de Floresta justificó su éxito más allá de las ventajas de su rival. Porque contrariamente a lo sucedido en otras oportunidades, Vélez se descorazonó ante el esfuerzo creciente que le implicaba romper esa atenta defensa visitante con su fuerte pero caótico caudal ofensivo. Cayó en la trampa de All Boys, desperdiciando energía en el medio y cada vez más impreciso en sus elaboraciones.

Recién a los 25 pasó algo relevante, cuando debutó Ariel Ortega para la visita, mientras que a los 45 Carlos Soto se fue por doble amonestación. Después, Moralez remató un tiro libre cerca y a los 47 el ingresado Emanuel Gigliotti se ganó la roja directa de Héctor Baldassi por una muy dura entrada sobre el Enano. El encuentro se extendió bastante más por un corte de luz que había interrumpido el desarrollo y, en la última, Martínez estrelló un tiro en el palo para que en el rebote Carlos Casteglione salvara las papas.

Y así, sufriendo hasta el último minuto, All Boys coronó una gran noche. Lo justificó con su practicidad ante un Vélez que hizo el gasto pero sin eficacia para optimizar su poderío. Y que, vaya paradoja, culmina esta segunda fecha con apenas un punto.