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La creciente del río Salado obligó ayer a unas 60 personas a tener que dejar sus hogares en distintos parajes de los departamentos Alberdi y Jiménez, mientras que se aguardaba que en los próximos días se incremente el número de afectados, debido a que llegará, desde Salta, un volumen mayor de agua.

Según indicaron calificadas fuentes, son diez los núcleos familiares que residen en los parajes de Hoyo Cerco y San Juan, los que se convirtieron en los primeros evacuados de este año, mientras que corrieron la misma suerte otros cinco en El Cadillal.

La diferencia radica en que las dos primeras poblaciones están en la orilla izquierda del Salado y en el departamento Alberdi; mientras que la restante en el la margen contraria, por lo que es jurisdicción de Jiménez.
Personal de Defensa Civil de la provincia, conjuntamente con el Grupo Especial de Rescate (GER) y de la Subsecretaría de Desarrollo Social, están trabajando en la zona para brindar asistencia a los damnificados, pero están condicionados porque los caminos se encuentran intransitables y las casas anegadas se encuentran dispersas en zonas montuosas.

En principio, no se reportaron problemas sanitarios para los afectados, quienes deberán aguardar por tiempo indeterminado la bajante de las aguas.

Horas decisivas

Por otra parte, los habitantes del departamento Copo que residen en las inmediaciones del río, aguardaban con temor el arribo de una nueva creciente, que se produciría hoy.

Ésta se generó el pasado domingo, cuando los operadores del dique El Tunal (en territorio salteño) abrieron las compuertas para erogar 180 metros cúbicos por segundo, cuando un día antes se liberaban solamente 100.

Según comentó a EL LIBERAL Ariel Palacio, un poblador que vive cerca de Villa Matoque, esperaban para la madrugada de hoy este nuevo embate de las aguas.

En La Candelaria, una localidad cercana, los bordos reforzados recientemente resistían hasta hoy, trabajando casi al límite de su capacidad, por lo que se desconocía qué podía suceder en las próximas horas.

En esa zona viven aproximadamente unas 600 personas, según indicó el poblador norteño.

Cabe recordar que como consecuencia de las intensas lluvias que cayeron en los últimos días en la cuenca media del río Pasaje-Juramento, se colmó el embalse de El Tunal y llevó su cota a dos metros por encima del máximo considerado normal.

Ayer se había elevado a 190 metros cúbicos por segundo el flujo que salía del dique hacia Santiago del Estero, aunque la buena noticia era que habían mejorado las condiciones climáticas en Salta, sin que se registraran lluvias en las dos últimas jornadas.

De esa manera, la emergencia que se había originado en la presa salteña estaría atenuada, pues los operadores de la misma continuarán liberando importantes cantidades de agua en los días venideros, por lo que ya no sería necesario ampliar la apertura de las compuertas.
Por otro lado, se aguarda que el efecto de la creciente en suelo santiagueño no sea tan devastador, ya que en el sur de Salta desbordó en numerosos lugares y provocó la inundación de los sectores bajos aledaños al curso principal.