Un montón de veces intentó jugar en Colón. Incluso dijo que lo haría "gratis", pero así y todo sus esfuerzos por ahora fueron en vano. Le tocó pasar por momentos muy complejos, sobre todo con las adicciones que lo llevaron a mancillar un poco se carrera. Pero de a poco, el santafesino Brian Fernández se fue encarrilando a punto tal de pegar el salto de calidad en México visitiendo la camiseta de Necaxa y ahora la rompe en la MLS para Portland Timbers.
"La droga te arruina, te deja sin vida. La droga te saca la familia, te saca amigos, te saca plata. De a poco te va sacando todo. Atravesé momentos duros, pero ahora quiero jugar al fútbol y ser feliz", declaró, en un diálogo con el sitio Infobae.

Pero su relato no quedó solo ahí, ya que también hizo foco en una situación que casi lo aleja de las canchas definitivamente, metiéndolo en el mal camino: "Estaba pasando un mal momento en Argentina, era un momento de mi vida muy malo. Me hacía mal a mí y a mi familia, a toda la gente me me quería. Me fui para no dañar más a nadie. Tenía que irme del país, era la única opción. Me fui en el momento justo. Mucha gente quería ayudarme, pero no los escuchaba. Fue una decisión difícil, porque tuve que dejar a mi hija. Hice un montón de cosas que me dolieron, pero si no era así no estaríamos charlando ahora".
El nativo de barrio Yapeyú, confeso hincha sabalero y hermano de Leonardo y Nicolás, marcó hasta el momento 14 goles en 18 encuentros y, si suma los 14 que hizo en México, lleva 28 siendo el segundo máximo artillero nacional, detrás de Lionel Messi. Pero estos números parecen no afectarlo, pero si motivarlo: "La verdad, no me imaginaba este presente. No tenía en la cabeza hacer los goles que vengo haciendo. Tenía ganas de salir adelante, de ser alguien, de jugar al fútbol, de divertirme. Hoy me tomo todo con calma. Todo está en uno, el querer cambiar o no".
En el final, fue de frente e hizo una contundente reflexión: "No puedo arrepentirme de lo que hice. Las cosas ya están hechas. Pero en Argentina me crucificaron muchísimo. Algunos no entienden cuando pasan estas cosas porque nunca las vivieron y se les hace muy fácil juzgar. Hay mucha gente mala. Antes de dar un consejo, aliento o ayudar, tratan de herir".