Tras la bendición del arzobispo de Rosario José Luis Mollaghan, fue la presidenta Cristina Fernández de Kirchner la que inició el acto y se dirigió a la multitud que copó el Parque a la Bandera.
A las 13.05 comenzó la cadena nacional, y el acto tuvo una diferencia con los anteriores ya que no hubo discursos del intendente Miguel Lifschitz y el gobernador Hermes Binner. Tras saludar y sonreir la presidenta se ubicó frente al atril y aseguró: “Estamos en el día de la bandera de todos”, y enseguida pidió a la gente que enrolle las banderas para que “todos vean”.
“Ustedes saben que Belgrano es mi favorito. Por eso he adopatado la decisión de que la bandera sea enarobolada los 365 días del año en todos los edificos de la Nación y sé que los municipios y provincias adherirán. No es una originalidad de esta presidenta, sino que retomé una ley de Domingo Faustino Sarmiento que más allá de las diferencias políticas, debemos considerarlo como alguien que luchó por el progreso y la educación de la Argentina”.
A lo largo de su discurso Cristina pidió la unión del pueblo y consensuar diferencias: “Este primer año del tercer centenario de la Patria, nos debe ubicar a todos en un lugar diferente no desde las ideas sino desde las actitudes con los que piensan diferente. Pero los que tenemos la obligación de hacer el cambio de actitud somos los que estamos embanderados en este proyecto”.
"Somos nosotros los máximos responsables para orientar y ayudar a cambiar actitudes, no significa renunciar a nuestro poryecto, al contrario significa reafirmarlo. Estamos muy seguros del rumbo que tomamos para el país”.
“Cuando vemos que Rosario se han restado tres puntos en la desocupación recordamos que estas son las políticas que quería Belgrano, trabajo industrial para los argentinos. Yo me siento tan orgullosa de esto que hemos construido, de esto que parecía inimaginable hace diez años atrás, cuando los argentinos estábamos enfrentados, desconcertados, haciendo cola en las embajadas y ahora están volviendo”.
En lo que significó la guía de su discurso de unión y un cambio en las formas que han marcado a este gobierno Cristina pidió que “no haya más argentinos contra argentinos, no más puños crispados”.
Bendición. El primero en hablar fue el arzobispo José Luis Mollaghan, quien ofreció su bendición a la enseña patria. Mientras tanto, desde el palco la presidenta Cristina Fernández pedió mediante gestos elocuentes a los militantes kirchneristas que envuelvan sus banderas para permitir que todos puedan ver el palco.
Además del gobernador Hermes Binner y del intendente Miguel Lifschitz, acompañan a Cristina varios miembros del gabinete nacional. Entre ellos, el jefe de gabinete Aníbal Fernández, Amado Boudou (Economía), Nilda Garré (Seguridad), Julio De Vido (Planificación Federal).
A las 12.07 de este mediodía, la presidenta Cristina Fernández llegó al aeropuerto internacional de Fisherton. Vestida con un sobretodo negro, la presidenta descendió del Tango 01 acompañada por gran parte de su gabinete.
Apenas llegó al aeropuerto local, Cristina Fernández fue recibida por el gobernador Hermes Binner.
Desde allí, la presidenta se trasladó por vía terrestre hacia el Monumento a la Bandera, para participar de los festejos por el 20 de junio, donde la espera una multitud.
LT10 - En Rosario
Lunes 20 de Junio de 2011 - 16:40 hs
"No más argentinos contra argentinos ni puños crispados"
"Debemos recoger las piedras que nos tiran, no para devolverlas sino, para apartarlas y seguir adelante", señaló Cristina Kirchner en cadena nacional en el Día de la Bandera. Compartió el escenario con Binner y Lifschitz, que no hablaron al público.
Fuente: lacapital.com