En una ceremonia privada, la diputada Elisa Carrió despidió hoy los restos de su hijastro, Diego Benítez, y agradeció "a todos por el cariño recibido" en los últimos días.
"Gracias a todos por el cariño recibido. Diego ya está con Dios. Mi reconocimiento al periodismo por haber respetado la privacidad en estos años tan dolorosos", escribió Carrió en sus redes sociales.
Luego del último adiós en un velatorio reservado para familiares y allegados, los restos de Diego Benítez fueron trasladados al cementerio Parque Jazmín, en la ciudad de Resistencia, Chaco.
Tras luchar contra una dura y prolongada enfermedad, Diego falleció el martes pasado a los 39 años: era hijo del último marido de Carrió, Miguel Benítez, y hacía muchos años enfrentaba las consecuencias de un tumor en el cerebro.
La cofundadora de Cambiemos mantenía una relación muy estrecha con Diego, al punto de que el joven convivía con Carrió desde el 2013 en la casa que la diputada tiene en la localidad bonaerense de Capilla del Señor.
Diego también tenía relación con los dos hijos que la chaqueña tuvo con Miguel: sus (medio) hermanos Victoria, de 27 años, e Ignacio, de 23.