Los Sims, el famoso juego de Electronic Arts, donde podías tener una vida paralela y virtual -con todo lo que conlleva – tiene casi 20 años.
En la actualidad existen muchas formas de escapar de nuestra realidad como las drogas, el alcohol u otros vicios. Pero los juegos de simulación de vida común, como es el caso de la popular franquicia, son una manera productiva de hacerlo.
Así se lo explicó a Unilad Steve McKeown, psicoanalista y el hombre tras MindFixers, quien agregó que “Los Sims pueden permitirle a una persona escapar de la normalidad social, sus presiones y tensiones crónicas que prevalecen en el mundo real. Le permite al jugador crear una realidad perfecta en la que es el personaje principal y tiene control total sobre el resultados de sus acciones”.
La simulación te permitía hacer todo tipo de acciones humanas tales como comer, trabajar, ducharte, hacer el amor y hasta morir. La gran ventaja estaba en que las consecuencias reales de tus actos eran nulas en la vida real, y te permitían ejercitar tu creatividad.
“Albert Einstein dijo una vez que ‘la creatividad es la inteligencia divirtiéndose’”. Y según McKeown, esta es “una forma muy positiva de escapismo”, ya que permite “ampliar nuestra creatividad”. De esta manera, el jugador puede “expresar una parte de su personalidad que puede no haber conocido si no hubiera jugado”.
Basicamente, el escapismo es necesario, y la “razón principal por la que soñamos por la noche cuando dormimos”, para así “desengancharse”.
Y el desarrollo de la tecnología va en esa dirección, la de entregar mejores formas de escapismo. Por ejemplo, Mark Zuckerberg está trabajando para integrar la realidad virtual, Oculus Rift mediante, con el popular juego y las redes sociales.
A pesar de ello, desconectarse muy a menudo también puede ser dañino, más considerando el mundo actual en qué vivimos, más solitario y atomizado. La tecnología nos entregó formas más saludables de escapismo, pero la pregunta es… ¿De qué escapamos?