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«La crisis está generada por las políticas que le dieron la espalda a la economía real y se centraron en el sistema financiero». Así lo afirmó Amado Boudou, en referencia a los problemas que atraviesan Estados Unidos y Europa. En diálogo con Ámbito Financiero, señaló además que Europa necesita un canje de deuda como el que realizó la Argentina.

Con respecto a las medidas que están adoptando estos países para sortear la crisis, afirmó: «Realizar esta tarea implementando reducciones fiscales va a reducir más aún la capacidad de pago de los países y generar un agravamiento de la situación».

Periodista: ¿Qué lectura hace de la crisis actual?

Amado Boudou: Estamos viendo un problema vinculado a los niveles de deuda, los mercados han demostrado que son intolerantes a ciertos niveles de endeudamiento y el mundo desarrollado está sobreendeudado, tanto en el sector público como en el privado. Ésta es la crisis que estamos observando, una crisis que necesita remedios del estilo de los que tomó la Argentina. Realizar esta tarea implementando reducciones fiscales va a reducir más aún la capacidad de pago de los países y generar un agravamiento de la situación. Esto lo vimos en los últimos años del Gobierno de Menem y el de De la Rúa: cuanto más ajuste fiscal, menor capacidad de pago, más aumento de tasas, mayor nivel de endeudamiento, y finalmente el desastre que provocó Rodríguez Saá con el default. Más allá del manejo financiero, esto está generado por las políticas que le dieron la espalda a la economía real y se centraron en el sistema financiero.

P.: ¿Standard & Poors hizo bien en bajarle la calificación a EE.UU.?

A.B.: Es importante observar que las calificadoras están en el centro de los problemas del mundo, en realidad son juez y parte, quienes manejan el mazo de la baraja y reparten las cartas. La realidad es que las repartieron mal, asignaron mal los capitales internacionales, asignaron mal los flujos de capitales, fracasaron en su tarea y son parte central del problema. Nosotros lo venimos diciendo hace ocho años y hoy lo escuchamos de los gobiernos de Europa y EE.UU.

P.: ¿Qué están hablando en el G-20 de lo que se espera para la próxima reunión?

A.B.: Lo importante es que tenemos una herramienta de respuesta política ante la crisis que es el G-20. Lo que ha pasado en EE.UU. en los últimos días es consecuencia de una falta de liderazgo político para resolver el problema de la deuda. El G-20 ha demostrado ser una gran herramienta para coordinar políticas entre las diferentes economías del mundo.

P.: ¿La Argentina puntualmente va a tomar alguna medida en este nuevo contexto?

A.B.: Hemos venido haciendo un trabajo desde hace ocho años, la deuda argentina pasó del 176% al 16% de la deuda en manos del tenedor privado. Por eso éste no es un trabajo que se hace de un día para el otro, se logra con esfuerzo, con mucho trabajo técnico y con mucha muñeca política para llegar a esta circunstancia, que es novedosa para nuestro país, y eso es parte de nuestro capital económico, que nos caracteriza en esta crisis. Estamos trabajando muy fuerte con todos los ministros de Economía de todos los países de América del Sur para fomentar el comercio. Diría que más que comercio, estamos trabajando en la integración productiva del modelo Argentina-Brasil en materia automotriz. En la reunión que hemos tenido en Lima, y sobre todo en la que vamos a tener este jueves y viernes en Buenos Aires, estamos buscando estas herramientas y mecanismos, como la Corporación Andina de Fomento (CAF), que ha sido una herramienta para generar inversiones e infraestructura regionales. Hoy la Argentina y Brasil son miembros primos de la CAF, lo que nos da una nueva herramienta para implementar políticas contracíclicas en la región.

P.: ¿Cómo ve la crisis en Europa, que ya lleva más de un año y cuatro meses con el tema de Grecia?

A.B.: Evidentemente en Europa el tema del sobreendeudamiento es la clave. Los países que han dado mayor importancia a la economía real, como son Alemania y Francia, están sufriendo menos el impacto de la crisis. Pero los países que construyeron su crecimiento sobre la burbuja financiera, sobre el endeudamiento desmedido, están sufriendo un impacto más directo. Nosotros también esperamos que Europa pueda tomar las medidas adecuadas, que creemos tienen que ver con políticas creíbles de bajar el nivel de endeudamiento a mediano y largo plazo. Esto no se resuelve con intervenciones en los mercados financieros para tapar el problema con movimientos en los valores de los títulos de deuda, sino que se necesitan políticas de mediano y largo plazo que sean creíbles desde el punto de vista fiscal, pero también desde el punto de vista de la sustentabilidad política de dar respuestas a sus poblaciones. Si no, terminan siendo programas que tienen un final anunciado.

P.: Muchos hablan de que en Europa haría falta un canje de la deuda, incluso del estilo de los que hubo tanto en la Argentina como en Uruguay.

A.B.: Lo que está claro es que se necesitan políticas porque el nivel de la deuda es ya tan elevado que no tiene otra salida para hacerlo sustentable. Esto no requiere cosmética sino nuevas políticas sustentables en donde los países recuperen la capacidad de pago. La Argentina negoció la deuda, lo que le permitió crecer pero también generar los recursos para el pago de la deuda y cumplir con las obligaciones que había contraído. Esta es la gran diferencia del Gobierno de Kirchner con los anteriores. Si uno mira la secuencia temporal, desde que asumió Néstor Kirchner las medidas que se implementaron fueron denostadas y hoy el mundo las empieza a ver como necesarias. Esto tiene que ver con la acumulación de reservas del Banco Central, con políticas autónomas respecto del FMI, con el control de capitales, con el fortalecimiento del mercado interno y el consumo de la población.

P.: ¿Estuvo en contacto con el ministro de Brasil, que imagino tiene la misma preocupación que la Argentina?

A.B.: Cada país tiene problemas intrínsecos que no hacen que las situaciones sean 100% comparables; lo que sí está claro es que tenemos que ser fuertes socios comerciales y tenemos la ventaja de que las presidentas de ambos países tienen una gran sintonía en su visión hacia el futuro, y yo tengo la suerte de contar con un par como Guido Mantega, que es una persona de mucha experiencia y con la cual podemos hablar con mucha franqueza de cómo vamos hacia adelante.

P.: ¿Como ve el Gobierno de Brasil el panorama?

A.B.: Ellos han tomado medidas concretas para disminuir la volatilidad de los capitales, pero también estamos convencidos de que parte del secreto de seguir avanzando es que nuestros países crezcan, que cada vez haya más puestos de trabajo. Tenemos un desafío histórico espectacular que es cortar con una historia de 200 años de desencuentro en Latinoamérica. Ahora hay una nueva sintonía, estamos trabajando juntos y sin duda Sudamérica va a ser uno de los motores de la economía mundial.