Un edificio de Houston (Estados Unidos) cuenta con una pileta que no es apta para quienes temen a las alturas.
En un piso 40, a 150 metros de altura, la piscina se encuentra en un balcón y tiene el fondo transparente.
De acuerdo con sus propietarios, el suelo está hecho de plexiglass y tiene un grosor de 20 centímetros que garantiza la seguridad de los nadadores.
Este particular natatorio se extiende por siete metros, de los cuales tres sobresalen del edificio.