Deberían estar durmiendo, pero no: salen de la cuna, se tiran en el sillón, juegan con las almohadas... pero son bastante pillos.
Después de jugar un rato con las luces apagadas, los nenes son lo suficientemente inteligentes para ordenar todos. No dejar pistas. El crimen perfecto. Excepto por un detalle: la cámara de seguridad para bebés que sus papás instalaron en el cuarto.
El video, compartido por el papá de Andrew y Ryan Balkin, ya tuvo en ¡50 millones de reproducciones! en Facebook. Viralísimo.