El pequeño Aryeh, visitó el zoológico de Atlanta, Estados Unidos, junto a sus padres cuando logró interactuar con los enormes leones. Uno de ellos reaccionó de manera inesperada cuando lo vio disfrazado como un cachorro.
A diferencia de otras veces, el león no se mostró agresivo y sólo agitaba sus patas en el vidrio que lo separaba del bebé.