En Unión el calendario avanza, pero la Asamblea Ordinaria sigue sin fecha definida. A esta altura del año, la falta de confirmaciones oficiales vuelve a instalar un manto de incertidumbre en el plano institucional, mientras en los pasillos del club crecen las versiones que señalan al lunes 29 de diciembre como posible día para la convocatoria, aunque sin anuncio formal que lo respalde.
Una postergación que se repite
La Asamblea debía realizarse originalmente el 28 de noviembre, pero la imposibilidad de cerrar a tiempo los números de la Memoria y Balance obligó a reprogramarla para la segunda quincena de diciembre.
No es una situación inédita en la gestión de Luis Spahn y, como en otras oportunidades, volvió a generar cuestionamientos desde los sectores opositores, que observan con recelo cada nueva dilación.
Reuniones, datos parciales y señales de alerta
En las últimas semanas se produjeron encuentros entre dirigentes del oficialismo y referentes de la oposición, en los que se compartieron adelantos del estado contable del club. En ese marco, se informó que el último ejercicio arrojaría un déficit cercano a los 3 millones de dólares, un número que todavía no fue presentado oficialmente, pero que encendió luces de alarma dentro y fuera de la institución.
Según trascendió, buena parte de ese rojo estaría concentrado en el primer semestre del año, un período atravesado por un fuerte gasto en incorporaciones y una escasa generación de ingresos por ventas, una combinación difícil de sostener en el actual contexto económico del fútbol argentino.
El foco opositor y la deuda con Spahn
Desde el espacio opositor encabezado por Héctor Desvaux, las objeciones no se limitan al resultado del balance. También se insiste en pedir explicaciones detalladas sobre la deuda que el club mantiene con el propio presidente Luis Spahn, que en su momento fue informada en torno a los 5 millones de dólares y que sigue siendo motivo de controversia.
Ese punto aparece como uno de los ejes centrales del debate que se avecina, con reclamos de mayor claridad y precisiones sobre el impacto real de ese pasivo en la economía de Unión.
Un escenario que anticipa tensión
Todo indica que, cuando finalmente se convoque la Asamblea, el encuentro estará lejos de ser un trámite formal. El déficit proyectado, las deudas sensibles y la reiterada postergación de la fecha configuran un escenario cargado, que promete cruces y discusiones intensas.
Mientras tanto, Unión continúa sin fijar oficialmente la Asamblea y con un clima institucional que se espesa con el correr de los días, a la espera de una convocatoria que permita empezar a despejar dudas y poner los números sobre la mesa.