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 Las incógnitas sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman -aún no se sabe si fue un homicidio o suicidio- exceden por mucho las circunstancias inmediatamente previas y posteriores a su fallecimiento. Entre los hechos anteriores que generan dudas está su llegada al país en enero para presentar la denuncia días después contra la presidente Cristina Kirchner por presunto encubrimiento de la investigación de la AMIA.

Nisman llegó desde Europa, donde vacacionaba con una de sus hijas, el 12 de enero. Imágenes reproducidas por el canal C5N de las cámaras de seguridad del Aeropuerto de Ezeiza parecían focalizar y seguir de cerca al fiscal. Por eso, se abrió una investigación y esta semana el juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina allanó las oficinas del área de monitoreo.

En el procedimiento, detuvieron a un funcionario de la Aduana identificado como Gonzalo Tzareff. Fue acusado de haber accedido a esas grabaciones el 21de enero y hacérsela llegar a terceros. Se especula que hubo una edición de las imágenes, lo que hizo parecer que había una suerte de seguimiento sobre Nisman.

Para dilucidar el hecho, es que Santamarina, tal como lo había solicitado la fiscal Patricia Cisnero, ordenó una pericia al área de cibercrimen de la Policía Metropolitana para que realice un estudio sobre las imágenes del backup de las filmacioes, y establecer fueron grabadas por una cámara fija o bien un compaginado que se hizo posteriormente.

También se ordenó un peritaje sobre los teléfonos secuestrados en el allanamiento el pasado martes en Ezeiza, a fines de determinar cómo se filtraron las imágenes.

Otras causas

La muerte de Nisman desembocó en un tendal de causas que siguen en paralelo a la investigación sobre si fue asesinado o bien se trató de un suicidio. La que mayor atención acapara es la iniciada a raíz de la denuncia que había presentado el fiscal por presunto encubrimiento de la causa AMIA, con la Presidente y el canciller Héctor Timerman entre los principales acusados.

Pero hay otros procesos judiciales derivados de éste. Justamente, el desparrame de causas que se abrieron en Comodoro Py tienen como protagonistas a muchos de los denunciados por el fiscal Nisman.

El juez Daniel Rafecas tiene a cargo la causa por el encubrimiento denunciado por quien era titular de la Unidad AMIA, pero ahora la decisión la tendrá la Sala I de la Cámara Federal que deberá definir si coincide con él en desestimar la denuncia o bien que amerita investigarse.

En tanto, su par Luis Rodríguez sigue la investigación por amenazas que había recibido Nisman y su ex mujer, la jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, vía mails entre 2012 y 2013. El rumor que circula cada vez con más fuerza es que ante el descontento que tiene Arroyo Salgado por cómo lleva la fiscal de instrucción Viviana Fein la investigación sobre la muerte de Nisman, pediría que la causa pase a aquel jugado federal, pero por ahora no hay nada concreto.

Un gesto fue el de Arroyo Salgado en llevar la denuncia por un supuesto mensaje mafioso que recibió un día antes del hallazgo sin vida de Nisman, donde una foto de él en la revista Noticias tenía un punto negro, símil un disparo, en su cabeza.

Rodríguez también está al frnte de otra causa que tiene en la mira a uno de los acusados por Nisman. Se trata de Ramón Allan Bogado, a quien el fiscal dijo que era agente de la SIDE y que era uno de los interlocutores del Gobierno en la trama por el supuesto encubrimiento, pero desde la Central de inteligencia negaron que aquel fuese uno de sus agentes.

Los investigadores sospechan que Bogado es un llamado inorgánico de la SIDE y por eso no figura en su staff. Pero para quienes insisten en que era un impostor, recuerdan que tienen una denuncia en su contra -también en el juzgado de Rodríguez- por hacerse pasar como "espía" en una reunión a fines del 2014 con autoridades de la Aduana a quienes habría advertido sobre una operación de prensa de la cual iban a ser víctimas.

Otra de las causas que tiene en la mira a Bogado está en poder del juez federal Norberto Oyarbide, y también son investigados el líder de Quebracho, Fernando Esteche -otro de los denunciados por Nisman por encubrimiento- y un ex funcionario de la ANSES, Cristian Raff. Esa investigación se inició cuando Esteche admitió en declaraciones a la prensa que cuando estaba por recibir una condena a raíz de una serie de causas que afrontaba, fue invitado a dialogar por el Gobierno, y le presentaron a Bogado y a Raff.

"Niego enfáticamente cualquier vinculación formal con el Gobierno Nacional, con la Jefatura de Gabinete, o con Fernando Esteche o el Sr Bogado", dijo Raff en un escrito presentado hace pocos días ante Oyarbide. Agregó que a ambos los conoció por un "gusto común por los habanos y la política" y por su trabajo en el ANSES ya que siempre le interesaron las organizaciones sociales.

Esa causa se originó a partir de la denuncia que hicieron 9 fiscales federales en Comodoro PY y podría arrojar novedades importantes, pues se está intentando determinar más allá de cargos o no, qué funciones concretas cumplían Raff y Bogado. Ya el juez Oyarbide pidió informes a jefatura de Gabinete y el análisis de las comunicaciones.

Esta semana se sumaron otras causas. Una por la presentación hecha por quien Nisman acusó ser un lazo de los iraníes acusados de volar la AMIA en nuestro país, el argentino Jorge Khalil. Se presentó junto con su abogado Fernando Burlando y dijo sentirse invadido en su intimidad a raíz que trascendieron las escuchas telefónicas, una gran cantidad de horas, que lo tienen a él y Bogado como protagonistas. Son las mismas que Nisman utilizó para argumentar su denuncia por encubrimiento.

También Bogado decidió presentarse en Comodoro Py. En una denuncia que quedó en poder del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, sostuvo que la presentación de Nisman fue una maniobra orquestada por Raff, a quien vinculó que en la actualidad trabaja para el massismo, y que distintos sectores de la Justicia se "montó" en lo que había presentado el fiscal para embarrar la cancha y evitar que avanzar la vieja causa por encubrimiento de la investigación de la AMIA.

Un fiscal con trayectoria en Comodoro Py esta semana hacía un recuento del total de denuncias en torno a la muerte de Nisman y la denuncia que él había presentado. No dudó en considerarlo como una estrategia que utilizan muchos para dividir y empantanar el terreno, habiendo tantas causas que tramitan por separado y en donde hay cruce de acusaciones. "Siempre es lo mismo", se lamentó ese funcionario.