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Domingo 18 de Enero de 2015 - 13:13 hs

Un corrosivo Gasalla logra que segundas partes puedan ser mejores

 La segunda parte de la pieza, muestra los avatares de Mirta González de Bertotti (Gasalla), ama de casa suburbana, quien sufre algunos cambios en su dinámica familiar, una suerte de fauna de personajes coloridos, capaces de revelar un muestrario de las costumbres familiares argentinas, a través de sus destellos.

La historia de la mujer quien carga con tres hijos jóvenes -dos de ellos reacios al trabajo, más un marido y un suegro que ya no está en este mundo que el fallecido Alberto Anchart asumió en la primera versión-, ahora se desenvuelve en una casa más grande, espacio propicio para que la locura cotidiana del clan se despliegue en tono mordaz.

Gasalla, ovacionado desde su salida a escena aporta genialidad para volver a construir una madre brutal en el desborde, aunque generosa en matices y gestos de ternura, conductora de las acciones y de la narración dramática.

Fuente: telam