Lt 10

En la tarde de ayer se conoció la renuncia del fiscal Regional de la primera jurisdicción, Ricardo Fessia. En un íntimo diálogo con LT10, el funcionario dijo que al llegar tomó “la responsabilidad de cambiar determinada impronta” pero no vio resultados. “Todas las ilusiones que uno tenía con el nuevo sistema, en alguna medida no se cumplieron”, sostuvo, apesadumbrado. “La ley se cambia de un día para el otro. Pero cambiar la cabeza de la gente es muy difícil”, lamentó, aunque opinó que el sistema en sí mismo “es muy bueno”.

Según explicó, eso le generó “cansancio moral” e incluso un visible “deterioro físico”. “En el perfil que yo creo que tiene que tener, este es un cargo que requiere muchísima dedicación” y un “esfuerzo personal muy grande. Yo me di cuenta de que habían aminorado mis fuerzas. Hasta perdí kilos”.

“Mi familia me requería. Yo acepté el desafío y sabía que iba a ser muy duro pero no sé si tengo que someterme a sacrificios personales tan grandes”, continuó, e insistió: “Hubo también un cansancio moral muy grande. Uno quiere que las cosas funcionen distinto. Pero si los resultados no se ven, yo no soy un burócrata atado a la silla. Si uno cree que no cumple los objetivos y que no puede cambiar definitivamente el rumbo… muchachos, hasta aquí llegué”.

Recursos y denuncia en su contra
Fessia comentó que todo el armado del nuevo sistema (concursos y recursos materiales) estuvo a cargo de él y de otras pocas personas. “Yo salía los domingos a la mañana temprano a recorrer las calles de la ciudad para ver cuál podría ser más adecuado. Hubo que hacerlo porque estábamos solos, solos. Siempre cuento que el doctor de Olazábal, con toda su trayectoria, todo lo que es y el cargo que tiene, todas las mañanas yo lo veía pasar por la puerta con su tacita a buscarse el agua para el té. Por supuesto que jamás se quejó. Como yo, que todas las mañanas me caliento el agua del mate. Y no me estoy quejando. No hice ninguna conferencia de prensa para quejarme de eso”.

Esto último fue en elíptica referencia a los fiscales de su jurisdicción, que días atrás manifestaron una serie de quejas por falta de recursos.

El funcionario admitió que el Ministerio Público de la Acusación tiene menos gente que la requerida, pero también que en principio tuvo la promesa de que iban a “tirar del carro todos juntos”, lo cual, sugirió, luego no se cumplió.

Fessia dijo que hay denuncias penales en su contra, presentadas por uno de sus subordinados, aunque negó responsabilidad alguna. “Puedo tener errores administrativos de todo tipo pero hay algunas situaciones de delitos penales que nunca me van a ver en ese palo. Tengo un gran capital desde hace muchos años. Todas las noches llego a mi casa y apoyo la cabeza en la almohada y duermo plácidamente y a la mañana puedo mirar a mis hijos a la cara. No voy a abandonar esto nunca”.

No obstante, reconoció “errores” y dijo que fueron el principal factor que lo llevó a renunciar. Muy conmovido, expresó: “yo todavía no puedo superar el dolor de Antonella o la gente que lleva el dolor de sus muertos. La verdad que me impacta”.

“Vine para tener otra impronta y cuando vos ves que tus ilusiones no se plasman, ya está. Creo en un sistema de justicia totalmente distinto”, finalizó.