En un sorpresivo cambio de estrategia, el equipo económico de la presidente Cristina Kirchner inició esta semana una ronda de conversaciones con las principales cámaras empresarias e industriales de la Argentina, en el marco de un clima cordial y bajo un tono conciliador. Quedó claro que se trata, por el lado del Gobierno nacional, de un intento por alcanzar una tregua con el sector privado, que ve con gran preocupación el deterioro actual de la economía y las últimas iniciativas implementadas por el Ejecutivo.
Entre el lunes y el martes, el titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof, y su equipo económico recibieron "con gran tranquilidad" -según revelaron los presentes en las reuniones- a los representantes de la industria alimenticia (Copal), de los comercios, de la construcción (CAC), a banqueros (Adeba) y a operadores de Bolsa (Mercado de Valores porteño), todos integrantes del llamado "Grupo de los Seis". No concurrió la Sociedad Rural, disconforme porque hubo "una agenda abierta de temas", en una señal de protesta.
Hubo también espacio para retomar las conversaciones con la Cámara de Comercio de los Estados Unidos (AmCham), que agrupa a las compañías norteamericana en el país, algunas de las cuales fueron relacionadas con acciones desestabilizadoras en conjunto con los holdouts. La Presidente, además, había tenido duras críticas hacia la administración de Barack Obama porque la justicia norteamericana falló a favor de los fondos buitre en el litigio por la deuda, e incluso sugirió que detrás de muchas críticas contra su gobierno se encontraba la Casa Blanca.
En esa reunión, Kicillof solicitó equilibrar la balanza comercial y los empresarios norteamericanos, que se agilicen importaciones. "Los ejecutivos le pidieron al ministro la posibilidad de acelerar el ingreso de importaciones, ante lo cual éste dijo que evaluarán cada caso, pero no se cambiará este sistema que sirve para proteger la industria nacional y el empleo", indicaron fuentes del Palacio de Hacienda al diario La Nación.
Los empresarios le advirtieron que justamente era necesario permitir el ingreso de más insumos para no frenar algunas industrias clave.
Kicillof reiteró su intención de cerrar el conflicto con los holdouts cuanto antes, pero volvió a explicar que no puede hacerlo ante la posición "intransigente" de los fondos que ganaron la causa judicial en EE.UU. y que reclaman el cobro de su sentencia por US$ 1600 millones, añadió el matutino.
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En todas las audiencias dominó el tono "de gran tranquilidad" con el cual se manejó el ministro de Economía, algo poco frecuente en los últimos tiempos, donde las relaciones con la industria, el campo y los bancos se tensaron especialmente tras la sanción de la Ley de Abastecimiento, la crisis con el sector automotriz y las políticas cambiarias, en el marco de una incesante inflación. La semana pasada, cristina Kirchner disparó misiles contra los bancos y financieras por "realizar maniobras ilegales" con el dólar "contado con liquidación" y por manejar "información reservada", según denunció. Tras lo cual, renunció el titular del Banco Central Juan Carlos Fábrega.
En la reunión con los banqueros, este lunes, Kicillof junto con el flamante presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, negaron la posibilidad de una devaluación del peso, al tiempo que aseguraron que no se suspenderá la posibilidad de comprar dólares para tenencia, pero insistieron en que no permitirán "abusos" con el "contado con liqui".
En tanto, durante el cónclave con los empresarios alimenticios y ayer con los integrantes del G-6 se les llamó a "colaborar" para la reglamentación de la Ley de Abastecimiento. Para despejar los temores de los hombres que manejan los negocios más importantes del país, el ministro afirmó que lo que se buscó fue actualizar una normativa que venía de la década de los años 70, y que sólo se aplicará para los sectores que abusen de su posición dominante. Los empresarios, no obstante, le recordaron que irán a la Justicia para anular la ley.
A pesar de los intentos de distensión, la Sociedad Rural Argentina (SRA) decidió no concurrir a la reunión de ayer con Kicillof, por estar en desacuerdo con la "agenda abierta", tal como fue el pedido del presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), Gustavo Weiss.
"Siempre mostramos la voluntad de dialogar pero este Gobierno eligió no recibirnos. Se plantean una reunión a agenda abierta que conduce a ningún lado. Es fuego de artificio. El día que convoquen a la Mesa de Enlace a debatir en serio los problemas de la producción argentina, allí estaremos", planteó el titular de la SRA, Luis María Etchevehere desde Roma, donde participa de un encuentro de la Organización Mundial de Agricultores.
La postura del ruralista deja en evidencia las diferencias internas del G-6 y remite al conflicto de las entidades agropecuarias con el Gobierno en 2008, en el que no contaron con el respaldo del resto de los sectores del empresariado.
Kicillof y Costa con representantes de la Copal
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Según confirmó el ministerio de Economía, además de Weiss y De la Vega, estuvieron presentes el titular la Bolsa de Comercio, Adelmo Gabbi; el presidente del Banco Macro y de ADEBA, Jorge Brito; y el titular de la UIA, Héctor Méndez.
Lo llamativo de ese encuentro fue que, a diferencia de lo ocurrido en las reuniones del lunes, en esta ocasión la cartera que conduce Kicillof prefirió mantener un estricto hermetismo sobre lo conversado, que se sólo se supo estuvo vinculados con la inflación, el mercado de cambio y la nueva ley de Abastecimiento.
En este nuevo clima de "campaña por la paz", Kicillof viaja hoy a la noche a Washington para participar de la Asamblea Anual del FMI. Habrá que ver si el tono conciliador continúa en esa reunión, donde el Fondo Monetario esta semana le dio primero un guiño a la Argentina al apoyar la causa contra los holdouts, pero luego disparó duro al vaticinar que la economía seguirá en recesión durante todo 2015.
LT10 - En busca de recomponer el diálogo
Miércoles 08 de Octubre de 2014 - 11:02 hs
Kicillof se reunió con empresarios locales y de Estados Unidos
El ministro de Economía apela a una tregua con el sector privado, crítico de la Ley de Abastecimiento y la política cambiaria, entre otras medidas. También cruzó reclamos con la Cámara de Comercio de EEUU. Esta noche parte a Washington para la asamblea del FMI.
Fuente: Infobae