LT10 - Después de las PASO

Miércoles 14 de Agosto de 2013 - 10:25 hs

Cristina reaparece en Tecnópolis

La presidenta empujaría cambios en provincias y ordenó a Scioli contener a los intendentes bonaerenses. Abal Medina recibió al gobernador Buzzi y el ministro de Agricultura, derrotados en Chubut. Temor por traiciones y éxodos bonarenses

Daniel Scioli se subió a la ambulancia. Pasó por Merlo a ver al mandamás local, Raúl Othacehé; se reunió con intendentes heridos por los golpes renovadores del domingo; y terminó su recorrida en un hospital (no es parte de la metáfora) de Lomas de Zamora, pago chico del candidato oficial Martín Insaurralde. Como si fuera un chiste de mal gusto, en su reencuentro post-derrota en las primarias, el gobernador bonaerense y el bendecido presidencial para enfrentar a Sergio Massa inauguraron una sala de reanimación, un “shock room” pediátrico.

Sin acallarse los reproches y lamentos, la Rosada no piensa perder tiempo: a más de dos meses de los comicios generales, ya largó la nueva campaña con el deseo de mejorar los números de las PASO.

En paralelo al despliegue de la cobertura médica bonaerense, para intentar evitar peores noticias en las generales de octubre, la Casa Rosada comenzó a recibir a los gobernadores que sufrieron un revés en las urnas. La peregrinación comenzó ayer: el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, recibió al chubutense Martín Buzzi y al primer candidato K provincial, el ministro de Agricultura Norberto Yauhar. El FpV local perdió por 18 puntos, mucho más de lo que esperaba con el ex mandatario Mario Das Neves, quien ya evalúa una visita a Tigre para exportar el massismo.

La derrota cayó como una bomba en el frágil kirchnerismo de Chubut. Entre versiones de renuncia del gabinete provincial, en Balcarce 50 apelaron al libreto ya conocido. Apenas 24 horas del recuento de votos, el ministro de Planificación, Julio De Vido, recibió al candidato Yauhar para firmar convenios dentro del plan “Argentina conectada”. No será lo único: hoy en el acto presidencial de Tecnópolis, que marcará la reaparición de Cristina Fernández de Kirchner, se destacará dicho acuerdo para que la foto sea vista en Chubut.

El panorama no es más alentador en el tablero bonaerense a los ojos de la Rosada. Quien mejor graficó el sudor frío que corre por las espaldas de los históricos caciques del Conurbano fue el mandamás de José C. Paz, el ex intendente Mario Ishii. “Fue una cagada a palos tremenda en la provincia”, analizó sin pelos en la lengua el histórico peso pesado pejotista que ante la derrota del fallecido Néstor Kirchner en 2009 había abierto la temporada de caza de traidores. El mensaje de Ishii fue reinterpretado en Tigre, donde tienen las puertas abiertas de su propio hospital para los heridos K.

No todos reaccionaron igual. El sabbatellista Lucas Ghi perdió el invicto mantenido desde 2001 por Nuevo Encuentro en Morón. Aún secándose las lágrimas que mostró en el búnker K el domingo, el jefe comunal reclamó “una autocrítica”, al convocar a una “jornada de reflexión” para el fin de semana.

La gobernación bonaerense se convirtió en la central telefónica de los mensajes de Cristina Kirchner frente al temor de una “estampida de intendentes” con destino a Tigre, ayer negada por el jefe comunal de Lanús, Darío Díaz Pérez. Con lupa en la Rosada ya analizan la mera sospecha de alguna “picardía” de los históricos caciques (eufemismo de, por ejemplo, repartir en los barrios sus boletas a concejales pegadas a la lista nacional del massismo).
Para tranquilizar, Scioli pidió “desdramatizar” la derrota. Lejos de guardarse hasta que pase la tormenta, el gobernador retomó su rol de jefe de campaña ad honorem. Sus cañones seguirán apuntando a Tigre pero con una estrategia fiel al estilo del ex motonauta que hizo propio el massimo: “Llevaremos un men saje más pro-positivo”, confiaron en despachos bonarenses.

Fuente: cronista.com