Lt 10

En diálogo con LT10, Juan Carlos Aguirre Quintana, Jefe de la Agrupación Bomberos de Santa Fe, expresó que “en el año 2011, Marcos Scajadillo, creó un grupo especial para emergencias, catástrofes y búsquedas de personas. Hoy ya tenemos 14 rescatistas especializados. Periódicamente, nos entrenamos en edificios en construcción”.

Consultado sobre cómo se entrena psicológicamente a una persona para estar una semana en una catástrofe como la de Rosario, Juan Carlos Aguirre Quintana sostuvo que “era muy difícil sacar a los rescatistas del trabajo y convencerlos que tenían que descansar. Los bomberos zapadores tenemos asistencia diaria de una psicóloga. En el caso de emergencias como las de Rosario se crean otros grupos de psicólogos, que amerita la situación”.

Por su parte, Marcos Lissi, rescatista que trabajó en Rosario, señaló que “yo no les puedo explicar la magnitud de lo que ocurrió en Rosario. Fue un shock tomar contacto con el lugar. Ni bien llegamos, nos pusimos a disposición para rescatar sobrevivientes al derrumbe”.
Consultado sobre cómo es trabajar con el miedo que se derrumben las otras alas de los edificios siniestrados, Daniel Almada, rescatista que trabajó en Rosario, manifestó que “nosotros estamos preparadas para medir los riesgos. En Rosario, se tomaron medidas de seguridad con un grupo de ingenieros y arquitectos. También, se apuntalaron los edificios y se removían las partes sueltas. Fue un trabajo muy coordinado. Había rescatistas buscando víctimas y rescatistas que protegían a sus compañeros”.

Sobre el rescate de fotografías, Marcos Lissi explicó que “le prestábamos mucha atención a las fotografías que íbamos encontrando y las guardábamos. Nosotros comprendimos en la inundación del 2003 que es muy importante para la gente recuperar sus imágenes”.

Consultado sobre el cuerpo del estudiante Santiago Laguía, Daniel Almada contó que “fue muy fuerte la forma en que la que apareció. Fue muy fuerte encontrarlo en el hueco del ascensor abrazado a otra víctima”.

Finalmente, Daniel Almada remarcó que “para nosotros, cada piedra que quitamos es una esperanza de encontrar a víctimas con vida. Cuando uno llega a un lugar de desastre, ingresa con la mentalidad positiva de encontrar a personas con vida. Luego la realidad determina”.