En algún despacho del Ministerio de Justicia de Brasil ya se apilan informes sobre el riesgo de un eventual desembarco de barrabravas argentinos durante la Copa del Mundo. Después de un primer cruce de datos con la Policía Federal y de un rastrillaje de enviados brasileños por territorio bonaerense, surgió un dato inquietante: consideran a los barras "muy violentos y clandestinos" y afirman que financian sus actividades a partir de "ilegalidades" y "de sus relaciones políticas".
Así lo detalla Paulo Sergio de Castilho, funcionario del Ministerio de Deportes de Brasil y director del departamento de los derechos del hincha. Castilho estuvo hace unos meses en Buenos Aires y abrió un canal de intercambio de información con los organismos de seguridad nacionales vinculados al fútbol. Su alarmante panorama continúa: "En la Argentina falta una legislación específica. Debería haber un trabajo de prevención más fuerte e identificar a los hinchas; eso facilitaría la fiscalización policial", sugiere Castilho en una charla telefónica con canchallena.com.
Si bien el seleccionado nacional aún no selló su clasificación al Mundial, la policía brasileña ya trabaja en equipo con funcionarios argentinos del Ministerio de Seguridad. Desde nuestro país se informó sin mucho detalle sobre la aplicación del derecho de admisión y se prometió entregar un listado con los barras que cargan antecedentes delictivos. Y para cuando comience la competencia ya hubo un acuerdo para que las fuerzas policiales planifiquen operativos en conjunto, sobre todo en los puntos fronterizos.
"Si con la ayuda de políticos y empresarios más de 200 barras pudieron viajar a Sudáfrica y sortear cualquier tipo de control, supongo que ir a Brasil les será mucho más fácil. Sólo necesitarán el DNI", se resigna ante canchallena.com un hombre de peso del Comité de Seguridad en el Fútbol, un área que está bajo la órbita del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni.
Brasil llevó hace tres semanas al Mercosur el debate sobre la seguridad en el Mundial y en los Juegos Olímpicos de 2016. En una cumbre de ministros y responsables de seguridad ciudadana, que se llevó a cabo en Montevideo, las delegaciones expusieron sus acciones y diagnósticos para "eventos deportivos". Charlaron, sobre todo, acerca de la seguridad en los estadios de fútbol. Entre la comitiva argentina estuvo Eduardo Villalba, titular del Comité de Seguridad en el Fútbol y hombre de confianza de Berni. En Montevideo se acordó de palabra el intercambio de información y la colaboración permanente. En septiembre habrá otro encuentro.
En Brasil reconocen que el mayor desafío será contener el masivo desembarco de las barras argentinas. El antecedente en Sudáfrica de la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) es un recuerdo que todavía está latente. En 2010, la policía sudafricana prohibió el ingreso al país de diez barras con antecedentes penales y deportó a otros 19 tras protagonizar incidentes aislados durante el debut del seleccionado, en el estadio Ellis Park. Aquella vez, las fuerzas sudafricanas contaron con la colaboración de la Federal, que trasladó a Johannesburgo un equipo de seis efectivos para facilitar la identificación de los hinchas argentinos.
HUA ya no cuenta más con el dirigente kirchnerista Marcelo Mallo como nexo político. Ahora cada barra brava mantiene sus lazos con el mejor postor. La agrupación ya tampoco se jacta de reunir bajo un mismo techo a 44 hinchadas de diferentes clubes. La barra de Independiente, que solía llevar la voz cantante, está sumida en una interna y no volvió a canalizar sus energías en el proyecto. Tampoco tomaron la posta la de Lanús ni la de Huracán, que habían participado activamente en los inicios. "Hinchadas Unidas es hoy un puñado de barras del ascenso. A los dos últimos partidos de la selección no pudieron ingresar a la cancha", expresa una empinada fuente del Comité de Seguridad en el Fútbol.
Puertas adentro de lo que queda de HUA, sin embargo, afirman a canchallena.com que la agrupación sigue en pie y que irán el año que viene al Mundial. "Tal vez no será un proyecto tan colectivo como fue lo de Sudáfrica", confía un allegado. ¿Por qué? Surgió un inesperado problema: el cepo cambiario. Ya hubo hinchadas que intentaron adquirir reales y se chocaron con las trabas oficiales y con la devaluación del peso.
Pero a pesar de estas dificultades, en Brasil se declaran en estado de alerta. Aseguran, de acuerdo con el diagnóstico de Castilho, que las barras argentinas son parte de un mundo subterráneo y peligroso, que se convirtió en un lucrativo mercado negro del que a veces son parte hasta los dirigentes deportivos y políticos
Hoy - Mundial 2014
Miércoles 26 de Junio de 2013 - 09:30 hs
Alerta en Brasil por el viaje de barras argentinos
En Brasil consideran un desafío mayor contener el viaje de los hinchas violentos de la Argentina; los consideran parte de un "mundo subterráneo y peligroso"