La provincia de Entre Ríos, más precisamente la ciudad de Paraná, fue el puntapié elegido por Cristina Fernández de Kirchner para comenzar la campaña, aún informal ya que el cronograma electoral marca que se inicia el próximo 12 de julio. Después de visitar Córdoba y Rosario, dos distritos reacios a la Casa Rosada, y pasado el fin de semana de cierre de listas, la Presidenta desembarcó en un territorio más amigable con un anfitrión, el gobernador Sergio Urribarri, que ayer en la previa del acto renovó su llamado por una eventual reforma constitucional que podría abrir las puertas a un tercer periodo.
Si bien era un acto institucional, por el bicentenario de la ciudad, el discurso presidencial tuvo un alto tono político. Primero porque fue el primero con los precandidatos ya oficializados para las primarias. Pero, además, ya que alzó su voz sobre el coro oficial de críticas contra Sergio Massa. Aunque evitó nombrarlo. “Cuando se es legislador se acompaña un proyecto de gobierno, porque ser legislador no es integrar un rejunte de gente para ganar una elección”, opinó la mandataria en un mensaje que no tardó en ser decodificado en el municipio de Tigre. El ex jefe de Gabinete cristinista ya se convirtió en el enemigo electoral a vencer en las próximas legislativas de medio término, que resultarán clave en el ánimo de sector del oficialismo que insiste con la re-reelección. “Los comicios son un día, pero hay que gestionar los 365 días del año”, agregó la Jefa de Estado.
Desde oficialismo y oposición, la eventual reforma constitucional ya marcó el comienzo de la campaña. Antes de recibir la visita de Cristina Kirchner, Urribarri sumó ingredientes a la polémica. “Claramente está en ella (por la mandataria) transformar e ir para adelante con políticas de Estado que den más inclusión, más igualdad, más acceso a los bienes sociales y culturales. Es política de Estado pero no reformar la Constitución para perpetuarse en el poder”, aclaró el gobernador ultra-K, que como sus pares de Chaco y Santiago del Estero es precandidato testimonial.
El resto de la alocución presidencial abordó varios temas que ya se perfilan como banderas de la campaña kirchnerista, que será encabezada por la propia Cristina Kirchner. Por lo que volvió a defender la Ley de Medios y la reforma a la Justicia, al preguntarse “cómo no se puede estar de acuerdo en tener una ley que permita la pluralidad y la diversidad de las voces” o en que “la gente vote para que elijan a organismos políticos que conducen el Poder Judicial”.
No mencionó los futuros comicios pero aludió a ellos en forma indirecta, al agradecer a los argentinos por “haber logrado más” de lo que se “imaginó”. Con un tono electoralista, CFK pidió que no la “vean jamás como una enemiga o adversaria: soy Presidenta de los 40 millones de argentinos” y se dirigió “a todos, a los que me quieren y a los que no quieren, a los que me votan y a los que no me votan, quiero decirles que estoy agradecida a todos los argentinos por todo lo que me han dado”.
Además del anfitrión Urribarri y la intendenta de Paraná, Blanca Osuna; también fueron invitados el gobernador de Santa Fe, el socialista Antonio Bonfatti. Para compensar, la Rosada también sumó al primer precandidato a diputado nacional oficialista por esa provincia, Jorge Obeid.
Al final, la jefa de Estado lamentó que el uruguayo José Gervasio de Artigas “quería ser argentino y no lo dejamos... ¡Carajo!” porque ‘nos dividieron y nos separaron”. De inmediatamente se disculpó por la expresión utilizada. Por otra parte, hizo una mención a la grave situación social e institucional que atraviesa Brasil y pidió “no ejercer la responsabilidad institucional a la bartola”.
Hoy - En el acto en Paraná
Miércoles 26 de Junio de 2013 - 08:23 hs
En campaña, Cristina cuestionó los rejuntes electorales
A su lado, el gobernador Uribarri volvió a impulsr la reforma de la Constitución. Como todo el arco oficialista, la Presidenta apuntó a su ex jefe de Gabinete Sergio Massa. Al hablar de Artigas tuvo un exabrupto y pidió disculpas
Fuente: cronista.com