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Lunes 23 de Julio de 2012 - 07:51 hs

Aprestos del gobierno para cancelar el Boden 2012

Acreedores privados tienen el 75% del monto total del Boden, en su gran mayoría inversores extranjeros. Quedan pocos ex acorralados del 2001. La confiscación de depósitos costó u$s 19.600 millones a las arcas públicas. Este año, el pago representó 30% de los servicios totales de deuda en dólares

Se acerca el final para el bono más emblemático que emitió la Argentina por el descalabro del 2001. El viernes próximo, se terminará de cancelar la totalidad del capital e intereses del Boden 2012, aquél título público que nació de la confiscación de los depósitos bancarios en 2002. El pago que realizará el Gobierno este 3 de agosto alcanzará los u$s 2.198 millones en capital y u$s 9 millones en intereses. Desde el 2005, que fue cuando se empezó a pagar el capital –que es el monto relevante por su peso para el Tesoro– se llevarán cancelados u$s 19.600 millones, de los cuales cerca de u$s 17.100 millones corresponden a capital y u$s 2.500 millones a intereses.

Resulta curioso, no obstante, que el título emblema de los depósitos acorralados ya no sea tan representativo de aquellos ahorristas que caceroleaban en las puertas de los bancos para recuperar sus dólares. Estimaciones oficiales hablan de que tres cuartas partes del bono están en manos de acreedores privados, los cuales en su gran mayoría son inversores del exterior.

Si bien hay algunos ahorristas argentinos que esperaron a cobrar cada cuota del Boden hasta el vencimiento, resultan ser los menos ante la importante tenencia de los grandes fondos de inversión a nivel internacional. Según registros públicos con datos actualizados a mayo, los mayores tenedores del Boden 12 eran el fondo Franklin Resources Inc, Capital Internationl Fund, MFS Investment, Black Rock, Capital World Investment y el conocido fondo Fidelity Investment (uno de los que más tradea deuda emergente).

Para el Gobierno, la desaparición del Boden 2012 no sólo es un buena noticia que se está presentando como la “independencia económica”, slogan que incluso hizo que en el Ministerio de Economía colocaron un reloj con la cuenta regresiva para la cancelación total del Boden.

Es que el título siempre fue una abultada carga para el país. El pago de Boden 12 (capital e intereses) representa aproximadamente el 30% de los servicios totales a privados en moneda extranjera este año. Eso desaparece de caras a 2013. De hecho, los números que manejan en los pasillos oficiales marcarían que después del pago del Boden 12, el ratio de deuda con privados como porcentaje del Producto Bruto Interno (PBI) bajaría de 13,5% a aproximadamente 11,5%.

Es más, resulta probable que el año próximo tampoco exista necesidad de pagar por los cupones atados al PBI. Este diciembre se deben abonar u$s 3.500 millones por los cupones, instrumento que acumula pagos por el equivalente a lo que se debe al Club de París. Sin Boden y sin cupones, el año próximo en términos de vencimientos de deuda en dólares quedaría muy despejado.

Pero la saga en torno a este título público próximo de cancelarse tuvo varios ribetes. Por un lado, hubo un duro golpe por parte de los fondos buitres quienes reclaman los pagos por el default. Tuvieron un parcial éxito ante el juzgado de Thomas Griesa bloquear los pagos de la Argentina, algo que se apeló y terminó por suspenderse. Esto disparó una batería de rumores acerca de lo que sucedería con el Boden. En rigor, el bono nunca podría ser embargado ya que está emitido bajo ley local, o sea fuera la jurisdicción de Nueva York. Pero las especulaciones no terminaron con eso. El cepo cambiario también hizo que los inversores especularan con una “pesificación” del pago. Desde la mesa de dinero de varios bancos de inversión hacían circular comentarios internos a clientes para alertarlos acerca de esta posibilidad. Si bien esa alternativa nunca estuvo en análisis por parte del Gobierno, lo cierto que el mercado estaba inmerso en un mar de especulaciones que sólo cedían cuando la misma Presidenta salía a reafirmar el pago en dólares contantes y sonantes. Para los inversores, la cancelación del Boden le dará mayor atractivo a los bonos en dólares bajo ley local, despejando un escenario de pesificación, algo que traería una relativo alivio a la curva de rendimientos.

Fuente: cronista.com