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 La Justicia salteña investiga si Yanina Ñuesch y María Luján Peñalva, de 16 y 19 años, se quitaron la vida ya que fueron hallados mensajes en ese sentido que compartieron con allegados en los últimos días, aunque en la instrucción de la causa, que sigue sin carátula, no se descartan otras hipótesis.

Así lo admitió hoy en conferencia de prensa el juez de Instrucción Pablo Farah, al señalar que “en las redes sociales hay algunos vínculos de comentarios de la menor con algunas amistades que abonan la hipótesis de suicidio”. En ese sentido, dijo que Ñuesch hizo “averiguaciones sobre la muerte o manifestaciones de no tener ganas de vivir y cuestiones por estilo”. El magistrado aclaró que “la validez de ese elemento hay que merituarla al momento de emitir una resolución”.

“En principio no descarto ninguna hipótesis y dentro de estas hipótesis también está la posibilidad de que ellas hayan actuado solas”, dijo el juez, al admitir que las jóvenes pudieron haberse colgado a cada extremo de una soga con la que murieron ahorcadas en un árbol, en las afueras de la ciudad.

Farah también autorizó la entrega de los cuerpos a los allegados, que iniciaron esta tarde los velatorios de las jóvenes en dos casas fúnebres, mientras según familiares la inhumación de los restos se concretará mañana temprano.

El juez dijo que los peritos forenses analizaban “jugos gástricos, pelos y otro material que se ha hallado en el lugar” a fin de “determinar qué sustancias habían ingerido antes de la muerte”.

Tras ratificar que ninguna de ellas presentaba “signos de violencia”, acotó que el teléfono “celular (de Peñalva) está por ser peritado”, luego de que fuera hallado en una cartera con dinero en cercanías del árbol donde estaban colgadas las jóvenes.

Rubén Liendro, vecino de la zona, aseguró haber visto a las jóvenes a las 15.30 del sábado en una parada de colectivos del barrio San Carlos y dijo que estaban “como en duda, no sabían qué hacer, si iban para un lado u otro, discutían y después encararon por la avenida para Río Ancho”, en alusión al descampado donde las encontraron.

Fuentes de la investigación aseguraron que las jóvenes “llegaron al lugar juntas, estaban solas” porque, indicaron, “no había más huellas” en los alrededores del árbol.

Los investigadores también intentaban determinar las razones de la adolescente de 16 para sumarse al posible suicidio doble, en tanto ningún miembro de la familia Ñuesch quiso hablar con la prensa.

Exequiel Fredes, novio de Peñalva, admitió hoy que la joven le “mandó un mensaje diciendo \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\'me voy a matar\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\'”, al parecer generado por dificultades que afrontaba para dar a conocer su romance ante sus padres. Fredes aseguró a radio Mitre y al canal TN que vio a Peñalva por última vez “el viernes a la noche, la madrugada del sábado”, y abonó la hipótesis de un suicidio doble al afirmar que se enteró que las jóvenes buscaron por Internet “cómo hacer un nudo. Lo venían pensando ya hace rato”.

“No sé qué pudo haber pasado por la cabeza de las dos. Ya venían diciendo que se querían matar, pero lo había tomado como una forma de decir. Nunca pensé que iba a llegar a hacer esto, no tengo ni idea de cómo llegaron a esto”, insistió el joven. Fredes, de 23 años, apuntó: “Son dos chicas que se ahorcan con una sola soga, no tienen signo de violencia, no hay abuso. ¿Qué fuerza humana puede haber para hacer eso?”.

En medio de la conmoción que generó el hallazgo de los cuerpos, unas 300 personas marcharon hoy en Salta para reclamar a la Justicia el esclarecimiento del caso.