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Miércoles 11 de Julio de 2012 - 00:49 hs

Preocupa a los empresarios que aumente la conflictividad sindical

La fractura de la CGT y las repercusiones que este quiebre podría tener en el vínculo del sindicalismo con el empresariado es considerada un factor de creciente preocupación por los industriales nucleados en la UIA, quienes proyectan en la atomización gremial un escenario de mayor conflicto.


En el marco del primer seminario organizado por la entidad industrial acerca de los Parques Industriales, el titular de la institución, José Ignacio de Mendiguren, reconoció la preocupación y se manifestó proclive a tener un escenario de unidad. “Preferiríamos una CGT unificada”, admitió.


Esta disolución echa por tierra también la idea de diálogo tripartito sobre la que viene trabajando la UIA desde hace tiempo, y que De Mendiguren busca reinstalar ahora que el escenario político florece de peleas y desencuentros. Pero con una CGT dividida, habrá varios interlocutores sindicales y ninguno con un peso como el que ostentó durante los últimos años el todavía titular de la central sindical, Hugo Moyano.


La presidenta Cristina Fernández les reconoció a algunos industriales que no le disgustaría contar con varios referentes gremiales. Incluso, sería una forma de mantener más controlados a los sindicatos, según la posición oficial. Pero a la UIA le preocupan dos cuestiones: por un lado, que el diálogo social o tripartito debería darse con un referente sólido y con poder; y por otra parte, que el líder camionero es más peligroso fuera de la CGT oficial que dentro.


Si bien De Mendiguren tiene un vínculo cercano con la mayoría de los referentes sindicales, incluido Moyano, la UIA dialogaría formalmente con la recientemente creada Confederación de Gremios Industriales, que preside el dirigente de Smata, Ricardo Pignanelli. Y casualmente los sindicatos que la integran son, en su gran mayoría, antimoyanistas. Sin embargo, también tendrán que analizar la forma de mantener contenido a Moyano, que con su gremio tiene la capacidad de paralizar las plantas industriales.
Scioli y Giorgi

El seminario organizado por la UIA tuvo la particularidad de que reunió, en pleno conflicto de la Nación con el gobierno bonaerense, al mandatario de Buenos Aires, Daniel Scioli, y a funcionarios del gobierno de Cristina Fernández, como la ministra de Industria, Débora Giorgi. Estuvieron en paneles separados, pero desde la entidad industrial leyeron la participación de la funcionaria como un “gesto” de la Presidenta hacia el sciolismo.


Quienes compartieron un panel fueron el ministro de la Producción bonaerense, Cristian Breitenstein, y el secretario de Planeamiento Estratégico Industrial de la Nación, Horacio Cepeda.


Ante los industriales, el Gobernador destacó la importancia de “articular la instalación de nuevos parques industriales” –se proyectan 40 nuevos para 2015–”, además de “fortalecer lo local y cuidar el empleo”. Al término de su exposición, el mandatario se refirió a la situación económica de la provincia (ver pág.4).


También participaron del evento organizado por la UIA los mandatarios de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y de Salta, Juan Manuel Urtubey. El norteño afirmó que el objetivo de Salta es trabajar para generar mayor valor agregado, ya que exporta mucha materia prima. Sobre la escasez de recursos, y en un tiro por elevación a Scioli, Urtubey sostuvo que su provincia es la que “tiene menos presupuesto por habitante” y, pese a eso, pueden administrar y no tienen “problemas ni necesidad de la ayuda de nadie”.


Antes del cierre de Giorgi, De Mendiguren aseguró que “los industriales están muy comprometidos con las políticas de parques industriales que lleva adelante el Gobierno” y que los parques son una herramienta fundamental para lograr el “desarrollo con integración”. A su turno, la ministra admitió la desaceleración de la economía y dijo que los números no la ponen contenta, pero afirmó que “la Argentina está en sus máximos históricos” y, aunque en menor medida, sigue creciendo.

Fuente: cronista.com