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Daniel Scioli cambió de estrategia. Sin tener garantizado el acompañamiento no sólo opositor sino también del kirchnerismo que integra el oficialismo en la Legislatura, el gobernador bonaerense dejó en el cajón el bosquejo de la Ley de Emergencia Económica que pensaba impulsar esta semana y cuya mera idea ya había recibido varias impugnaciones. Como alternativa, en La Plata evalúan adherir a la norma nacional, tal como lo confesó ayer el jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez.

En los últimos días, frente a las acusaciones del Frente para la Victoria (FPV) contra la eventual ley por esconder un “ajuste”, desde el sciolismo rumiaban: “No pedimos nada distinto a lo que existe a nivel nacional y que todos los años de kirchnerismo ha prorrogado el Congreso”. La defensa se convirtió en ataque.

El plan B le permitiría a Scioli hacer lo mismo que la ley que decidió bajar. Pérez lo redujo a “renegociar contratos, no laborales, sino con empresas y contratistas, también contar con instrumentos financieros, algunos de los cuales permitirán acelerar esos pagos del medio aguinaldo”. Pero, además, estaría habilitado para la fusión de áreas, proponer retiros voluntarios y “agilizar” las jubilaciones.

Dentro del kirchnerismo no terminaron de digerir el cambio. Si bien ya habían definido poner todos los reparos posibles ante el texto provincial, como adelantó el diputado Fernando “Chino” Navarro”, según la visión sciolista, el kirchnerismo tendrá poco margen para no acompañar la iniciativa. “Esperaremos a ver qué escriben y lo evaluaremos”, replicaron anoche cerca del vicegobernador Gabriel Mariotto.

Como si fuera poco, ayer también fuerzas opositores como la CC-ARI y el FAP habían adelantado su rechazo, que se sumaba a la otra mala noticia para el gobernador: los gremios estatales anunciaron que continuarían esta semana con su plan de lucha por el medio aguinaldo (Ver aparte). Pérez ratificó la vigencia del cronograma de cuatro cuotas gracias al DNU, que será presentado mañana en el juzgado de Luis Arias para retrucar la cautelar impulsada por ATE para evitar el desdoblamiento. “Nosotros estamos comunicando que existe ese decreto que establece la modalidad de pago”, aseveró el jefe de ministros sciolista. Para intentar calmar las aguas, desde La Plata agregan que “están trabajando” para acelerar los pagos. “Si nosotros conseguimos recursos extraordinarios a los que tenemos previstos, vamos a reducir las cuotas”, prometió la ministra de Economía, Silvia Batakis.

Por la mañana, cuando ya se creía imposible alcanzar el concenso deseado en la Legislatura, Scioli había deslizado que evaluaba dar marcha atrás con la emergencia económica, al calificarla como un “último recurso”. El mensaje del Gobierno fue claro: para el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, “sería mejor” que esa ley no se debatiera.

No fue el único dardo que le lanzó el kirchnerismo ayer. En tandem, los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco) y Juan Manuel Urtubey (Salta) replicaron la queja sciolista por el dinero de Coparticipación. “La provincia que tiene menos presupuesto por habitante de la Argentina es Salta, y pese a eso, nosotros podemos administrar y no tenemos problemas ni necesidad de la ayuda de nadie”, golpeó Urtubey. Y quien no anduvo con rodeos volvió a ser el senador Aníbal Fernández. “Pasaron cuatro años (de gobierno de Scioli), los problemas estructurales están vigentes y no hay soluciones”, sentenció el ex jefe de Gabinete.