Este fin de semana los británicos celebran el aniversario de diamante de la Reina Isabel con una cantidad récord de fiestas callejeras y el apoyo por la monarquía en su nivel más alto en 20 años. Notable recuperación comparado con 1992, cuando el Castillo de Windsor se incendió y naufragaron los matrimonios de os hijos de la reina.
¿Pero hasta que punto el Reino Unido sigue unido? Los últimos 60 años trajeron cambios vertiginosos, incluyendo la globalización, la inmigración masiva, la integración europea, la devolución de soberanía a las regiones y un notable incremento en la renta que ha permitido a la gente vivir más libre, pero abrió nuevas divisiones sociales.
El orgullo de ser británico era palpable en los días más pobres, pero más optimistas, en que Isabel fue coronada. El país había estado entre los ganadores de la Segunda Guerra Mundial, uno de los acontecimientos más unificadores de su historia, y daba señales de emerger de la austeridad de posguerra. Había una sensación de que se estaba creando un nuevo mundo. El Servicio Nacional de Salud era poderoso, se construían nuevos edificios, como escuelas, por ejemplo, dijo David Kynaston, autor del libro Family Britain: 1951-1957.
Había un lazo común pese a las diferencias de clases, regiones y naciones en esa sociedad conservadora en la que 35% de las personas pensaban que la reina había sido elegida directamente por Dios, según una encuesta de opinión de 1956.
La India había dejado el imperio, pero Isabel todavía podía viajar por el mundo sin abandonar las tierras que gobernaba. Hoy ese imperio se ha desmoronado y fue reemplazado por el Commonwealth, aunque en Escocia están discutiendo una posible separación: el gobierno nacionalista ha propuesto realizar un referéndum sobre la posibilidad de ser independientes en 2014. La unión se debilita.
Además, la brecha entre el rincón más rico del reino la zona de Londres y el sudeste de Inglaterra y las áreas más pobres, en Gales y el norte de Inglaterra, se ha ampliado, desde la década del 70, a un ritmo más rápido que en ningún otro de los grandes países del mundo.
El auge de Londres ha sido un éxito global. La ciudad se convirtió en un imán para la riqueza extranjera y la gente ambiciosa de todas las nacionalidades, pero cada vez es más generalizada la impresión de que Gran Bretaña se volvió demasiado dependiente del ilusorio crecimiento financiero impulsado por la City.
En la actualidad la gente gana, en promedio, tres veces más en términos reales que cuando Isabel llegó al trono, pero se muestra más aprensiva sobre el futuro mientras el país lucha por salir de su más larga depresión en más de un siglo.
En todos estos años la reina ha sido una figura estable y tranquila, aunque hay nerviosismo sobre lo que puede ocurrir. Cuarenta años después del fin del reinado de Isabel I, Inglaterra se había hundido en una guerra civil que terminó con la ejecución del rey. Nadie espera que se repita algo tan extremo pero, en una encuesta, sólo 39% opinó que la corona debe pasar al príncipe Carlos, el 48% consideró mejor que pase a su hijo.
Viernes 01 de Junio de 2012 - 11:39 hs
Isabel II celebra los 75 años con popularidad en alza y un reino en proceso de desunión
Fuente: cronista.com