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Martes 29 de Mayo de 2012 - 13:02 hs

Tessio y el significado del Cordobazo

El Cordobazo fue la expresión contra de la dictadura de Juan Carlos Onganía, expresó la diputada provincial Griselda Tessio al pronunciarse sobre la fecha con el siguiente documento:

El 29 de mayo de 1969, recordarmos y rendimos homenaje a la movilización del pueblo contra la dictadura militar, presidida por el general, Juan Carlos Onganía, que habìa derrocado por la fuerza al gobierno progresista del radical Arturo Illia, con la complacencia de la dirigencia sindical peronista.


La política económica, por aquel entonces, consistía en una serie de medidas a fin de abrir los mercados internos a los monopolios internacionales. Se desactivó la Comisión del Salario mínimo, vital y móvil y se congelaron la gran mayoría de las remuneraciones. Se impuso el arbitraje obligatorio en los conflictos laborales y una ley de represión automática para huelgas y conflictos sindicales. Asimismo se intervinieron gran cantidad de sindicatos suspendiéndose sus personerías gremiales. Onganía, también cerró el Congreso, intervino el poder judicial. Su ataque a la Universidad fue brutal, y la recordamos como “la Noche de los Bastones Largos”

En cuanto al movimiento estudiantil, que intentó arrasar, podemos decir que éste se centró en revisar y criticar la organización, los contenidos y la práctica de la enseñanza. Luchar contra la mala calidad de sus conocimientos, desactualización, falta de pluralismo en los discursos, autoritarismo en la relación docente - alumno. Lo novedoso estuvo dado por la masividad de la participación y la generalización de los reclamos hasta constituirse en una demanda general que abarcó prácticamente a toda la universidad.


Córdoba se había convertido en la capital industrial del interior. En ella estaban instaladas la mayoría de las fábricas de automotores del país, una industria moderna propiedad de poderosas sociedades extranjeras. Por eso, los trabajadores reunidos en la CGT de los Argentinos encabezaron las rebeldías populares en respuestas a las medidas del gobierno.



A los movimientos obreros se unieron luego espontáneamente la casi totalidad de las agrupaciones estudiantiles, corrientes políticas de izquierda y la Unión Cívica Radical. Conjuntamente con un sinnúmero de marchas vecinales y protestas callejeras ciudadanas de todo tipo confluyeron desde los barrios periféricos e industriales hacia el centro de la ciudad y chocaron en violentos enfrentamientos con las fuerzas policiales que se vieron desbordadas y ampliamente superadas por la creciente irritación popular contra el régimen dictatorial imperante.


El clima político y social generado por las determinaciones del gobierno fue agravándose paulatinamente, surgiendo en forma creciente actos de protesta y huelgas en todo el país.


A las 12:30 del 29 de mayo se produjo la primera víctima fatal entre los integrantes de las columnas populares (Máximo Mena) de filiación radical, hecho que provocó una reacción en cadena. Con incontenible furia, los manifestantes se adueñaron de la ciudad, levantando muros de contención contra la policía, que debió replegarse a sus cuarteles dejando la ciudad en manos de los trabajadores, estudiantes y vecinos enardecidos. A partir de allí fueron tomados el Círculo de Suboficiales del Ejército, se incendiaron las oficinas de firma estadounidense Xerox, de la francesa Citröen, y diversas dependencias administrativas y la Aduana.


Ante la magnitud de la movilización; Onganía ordenó que las Fuerzas Armadas se hicieran cargo de la represión. La protesta tuvo como resultado de los enfrentamientos, decenas de heridos y 16 muertos.


Luego, la protesta se extendió a otras provincias. Rosario fue declarada zona de emergencia y colocada bajo jurisdicción militar. También se profundizaron los conflictos en la provincia de Tucumán. El Cordobazo fue el inicio de un proceso de agudización de la protesta social y la lucha armada que, desde entonces y por varios años, se desarrolló en la sociedad argentina.


Se sucedieron varias renuncias en el gobierno, el clima de violencia social se agravó y el 30 de junio de 1969, el gobierno declaró el estado de sitio en todo el país. Esta medida, que significaba la suspensión de las garantías constitucionales de los ciudadanos fue generadora de acontecimientos violentos y movilizaciones sociales que tuvieron profunda repercusión en toda la sociedad y que terminaron de debilitar la posición de Onganía, quién presentó su renuncia.


Para el radicalismo, violencia social tenía que tener como objetivo la recuperación de la democracia. La vida política del país debía reencauzarse en las instituciones del sistema republicano.


Dar vigencia a los Principios reformistas del 18 en las Universidades; recuperar los derechos laborales para los trabajadores; caminar hacia la reconstrucción de una comunidad democrática. Esos fueron los motivos de la lucha de quienes con valentía se enfrentaron a la dictadura y a quienes hoy recordamos y rendimos homenaje.




Fuente: prensa diputados ucr