Un nuevo informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) reveló que el 56,3 % de la renta agrícola se destina al pago de impuestos nacionales, provinciales y municipales. Si bien el indicador mostró una baja respecto de septiembre —cuando había alcanzado el 60,9 %—, la presión fiscal continúa absorbiendo más de la mitad de lo que genera una hectárea promedio en el país.
El relevamiento comienza a reflejar el impacto de la baja de los Derechos de Exportación (DEX), conocidos como retenciones, anunciada en diciembre. Con esta medida, las alícuotas se redujeron al 24 % para la soja, 8,5 % para el maíz, 7,5 % para el trigo y 4,5 % para el girasol.
Aun así, la carga tributaria sigue siendo elevada. De cada 100 pesos que genera una hectárea agrícola tras cubrir los costos de producción, 56,3 pesos se destinan a impuestos, 27,9 pesos corresponden al alquiler de la tierra y apenas 15,8 pesos quedan como resultado neto para el productor.
La mejora del indicador se explica, además de por la baja de las retenciones, por una recuperación en los precios internacionales de la soja y el maíz, lo que incrementó el valor de la producción. Sin embargo, FADA advierte que el alivio es relativo y no es homogéneo entre los distintos cultivos ni en las diversas regiones productivas.
Expectativas para 2026: mayor volumen, precios cautos
De cara a la campaña 2025/26, el escenario productivo aparece como favorable. La fundación proyecta un incremento cercano al 18 % en la producción total de soja, maíz, trigo y girasol, lo que implicaría unas 16 millones de toneladas adicionales respecto del ciclo anterior.
El mayor impulso vendría del maíz (+16 %), el girasol (+23 %) y, especialmente, del trigo, que podría alcanzar una campaña récord con un crecimiento del 38 %. La soja, en cambio, mostraría una leve baja del 2 %. En materia de precios, las proyecciones son cautas: se espera un escenario neutral, con valores similares a los actuales.
Fuertes contrastes provinciales
El informe también expone diferencias marcadas a nivel federal. Mientras que el índice nacional se ubica en el 56,3 %, Santa Fe registra un 53,5 %, situándose por debajo del promedio. En tanto, Córdoba marca un 54,3 %, Buenos Aires un 54,5 %, La Pampa un 53,6 %, Entre Ríos un 60,3 % y San Luis un 51,4 %.
En el caso santafesino, la actividad primaria está exenta del impuesto a los Ingresos Brutos, aunque existen tasas municipales, principalmente viales. Además, la cercanía a las terminales portuarias reduce el impacto del flete, que representa el 20,1 % de los costos en el maíz, una de las participaciones más bajas de la Argentina.
Finalmente, a nivel nacional, el 56,5 % de los impuestos que paga una hectárea son recursos nacionales no coparticipables que no regresan a las provincias. No obstante, esta participación es una de las más bajas desde que se mide el índice, como consecuencia directa de la reciente reducción de las retenciones.
