En días de lluvia o humedad intensa, nada peor que salir de casa y volver con las zapatillas empapadas. Aunque hoy existen modelos resistentes, la mayoría del calzado no está preparado para soportar condiciones climáticas exigentes y termina deteriorándose con el uso. Por eso, dos trucos caseros comenzaron a ganar popularidad por su efectividad para impermeabilizar cualquier par, desde zapatillas y botas hasta zapatos de cuero o tela.
Llegar con los pies mojados no sólo es incómodo, sino que además acelera el desgaste del calzado. La buena noticia es que existen métodos simples y económicos que permiten transformar unas zapatillas comunes en un par completamente resistente al agua, prolongando su vida útil y evitando filtraciones.
Primer truco: impermeabilización con cera de vela
Uno de los métodos más efectivos utiliza elementos que todos tenemos en casa: una vela y un secador de pelo. La técnica es fácil, rápida y genera una capa protectora que repele la humedad.
Paso a paso:
- Frotar la vela sobre toda la parte externa del calzado.
- Cubrir bien la superficie donde pueda entrar agua.
- Aplicar calor con el secador hasta que la cera se funda y forme una película uniforme.
- Repetir el proceso en la suela para sellar posibles filtraciones.
Segunda opción: limpiador de muebles + betún
La otra alternativa combina dos productos económicos que funcionan muy bien juntos: un limpiador de muebles en aerosol y betún.
Paso a paso:
- Limpiar a fondo toda la superficie del zapato.
- Rociar el limpiador de muebles por encima, incluso en la suela.
- Dejar secar unos minutos.
- Aplicar una capa de betún y distribuirla de manera pareja.
- Cepillar y repetir el procedimiento tres veces para sellar la protección.