El Ministerio de Seguridad investiga un hackeo a las Fuerzas Armadas que filtró información sensible sobre 50.000 efectivos. Los datos difundidos incluyen DNI, lugar de servicio, registro de viajes, domicilios de familias y diplomas.
El Gobierno investiga un hackeo a las Fuerzas Armadas. La denuncia fue presentada inicialmente por el Ejército argentino el pasado 8 de mayo ante la División Delitos Informáticos de la Policía Federal. Desde entonces se adoptaron medidas preventivas para reforzar la seguridad en los sistemas administrativos.
Las autoridades enfatizaron que no se vieron afectadas las capacidades operativas ni los sistemas informáticos críticos de la fuerza. En este sentido, el Ejército subrayó que, en caso de confirmarse la filtración, los datos involucrados serían mayoritariamente de carácter público.
Desde la cartera de Patricia Bullrich aseguraron que se activaron los protocolos previstos para estos casos. En paralelo, la Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) monitorea la situación en contacto con organismos estatales para evaluar riesgos reales.
Según la denuncia, Sebastián Matías Bustamante, oficial de la Dirección General de Gestión y Habilitación e Infraestructura del máximo tribunal, recibió un llamado sospechoso desde un número privado. Del otro lado, un hombre que dijo trabajar para Movistar le pidió que bloqueara una línea telefónica supuestamente robada y que proporcionara el PIN asociado.