"Estoy un poquito más viejo (risas), pero siempre contento". Simple, correcto y lleno de vitalidad. Mario Alberto Kempes utilizó un momento de su tranquilidad para charla en exclusiva con LT10 al cumplirse un nuevo aniversario del título Mundial conseguido en 1978.
Ya ahora más alejado de los medios tras estar tantos años abocado a la comunicación, el Matador confesó: "Pasaron 45 años y gracias a Dios conservo algunos recuerdos. De cualquier manera, es muy complicado de olvidar algo tan lindo".
"Fue un trabajo muy minucioso, de hormiga. Todo se fue trabajando poco a poco. En la final no se podían cometer tantos errores. César (el DT, Menotti) era un avanzado en estas cosas. Contra Holanda se vio todo lo que hizo durante los años previos", agregó.
Asimismo, fue sincero en charla con Diez en Deportes en la previa del partido entre Colón y Rosario Central: "Cuando me tocó la 10, sinceramente me daba lo mismo el número de la camiseta. A mí me importaba solo estar. Fue un grupo que no tuvo tantos egos. Éramos jugadores que queríamos poner a la Argentina en un lugar que correspondía. Siempre fue protagonista, pero nunca antes llegó a lo más alto. Fue complicado y supimos sacarlo adelante con nuestro público".
Respecto a los partidos, indicó: "No solo con Perú, porque ante Polonia fue muy difícil también. Ni hablar con Brasil, partido en el que siempre te sacabas chispas. Pero el de Perú fue límite. Era subir el escalón a la final o perder todo por lo que habíamos trabajado. Por suerte lo conseguimos".
"Siempre se decía que los europeos físicamente eran mejores y nosotros superiores con la pelota y es una mentira. Lo único que nosotros debíamos igualar era la mentalidad ganadora, que era lo que nos faltaba. En ese Mundial fue diferente, porque primero pensábamos en nosotros y luego en el rival", expuso.
Luego, fue crítico ante la mayor relevancia que se le vienen dando a los títulos del 1986 y 2022: "Si empezamos a meter el dedo en la llaga será lo peor (risas). En el 78 empezamos a marcar un camino por donde tenía que ir la Selección Argentina. Si bien pasaron muchos años hasta volver a ser campeones, este el camino. Lo que no quiero es que los hinchas se olviden de nosotros. La primera estrella fue nuestra y le tuvimos que poner el pecho a las balas en un contexto complicado".
En el final de la entrevista, mencionó: "Nunca fuimos conscientes que éramos novatos, salvo algunos que fueron campeones en sus clubes. Afrontar un torneo con todos jugadores del fútbol local fue todo un reto, no como ahora, que todos juegan a fuera. Le metimos todo lo que había que meter y encaminamos a la Selección para que sean más lindos los festejos".