En lugar de esperar que un niño experimente problemas de lectura, los científicos ahora dicen que pueden identificar la dislexia incluso antes de que el pequeño comience la escuela, es decir mucho antes de poder ser calificado como mal estudiante y de empezar a perder confianza en sí mismo.
Aunque suele diagnosticarse durante segundo o tercer grado de la escuela, alrededor de los 7 u 8 años, un equipo del Hospital de Niños de Boston indicó que pudo detectar signos de la enfermedad mediante controles cerebrales en chicos de apenas 4 o 5 años, momento en que los estudios demuestran que los niños están mejor capacitados para responder a las intervenciones.
"Lo llamamos la paradoja de la dislexia", dijo Nadine Gaab, de los Laboratorios de Neurociencia Cognitiva del hospital, cuyo estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Gaab dijo que la mayoría de los niños no son diagnosticados hasta tercer grado, pero que las intervenciones funcionan mejor en los chicos más pequeños, mucho antes de que comiencen a aprender a leer.
"Con frecuencia, para el momento en que reciben el diagnóstico, ya han experimentado tres años en que sus pares les dicen que son estúpidos, y en que sus padres los califican de perezosos. Sabemos que tienen menor autoestima. Realmente tienen problemas", manifestó Gaab en una entrevista telefónica.
Su estudio surge en medio de una nueva comprensión de la dislexia como un problema para reconocer y manipular los sonidos individuales que conforman el lenguaje, lo que se conoce como procesamiento fonológico.
Para leer, los niños necesitan mapear los sonidos del lenguaje oral en letras específicas que forman palabras. Los chicos con dislexia tienen dificultad en ese proceso de mapeo.
"Lo bueno es que el lenguaje hablado puede presentarse antes que el escrito, por lo que las personas pueden buscar síntomas", dijo la doctora Sally Shaywitz, directora del Centro para la Dislexia y Creatividad de la Universidad de Yale.
Los signos tempranos de dislexia incluirían la dificultad para rimar, la mala pronunciación de palabras y la confusión de términos con sonido similar.
"Todos esos son síntomas muy iniciales", expresó Shaywitz.
La dislexia afecta a alrededor del 5 al 17% de todos los niños y hasta uno de cada dos chicos con antecedentes familiares del trastorno tendrá problemas de lectura, mal deletreo y dificultad para decodificar palabras.
En su estudio, Gaab y colegas escanearon los cerebros de 36 chicos en edad preescolar mientras realizaban una serie de actividades, como intentar decir dos palabras que comiencen con el mismo sonido.
El equipo halló que durante esa actividad, los niños que tenían antecedentes familiares de dislexia presentaban menos actividad en ciertas regiones del cerebro que los chicos con edades, inteligencia y estatus socioeconómico similares.
Los niños mayores y adultos con dislexia tienen problemas en esas mismas zonas del cerebro, que incluyen las uniones entre los lóbulos occipital y temporal, y temporal y parietal en la parte trasera del cerebro.
Gaab dijo que el estudio muestra que cuando los niños predispuestos a la dislexia realizaban esas actividades, sus cerebros no usaban las regiones habitualmente empleadas para el procesamiento de esta información. El problema ocurría aún antes de que los chicos empezaran a aprender a leer.
La autora reconoce que su estudio es muy pequeño para conformar la base de ningún test de dislexia pero que su equipo acaba de ganar una beca de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos para realizar una investigación más amplia.
Miércoles 25 de Enero de 2012 - 14:25 hs
Exámenes cerebrales detectan signos tempranos de dislexia
Fuente: terra.com.ar