Esta semana más vecinos y vecinos que vivían en zona de riesgo hídrico y en precarias viviendas, se establecieron en sus flamantes casas, que están a cota segura y contarán con todos los servicios.
El operativo coordinado por la municipalidadcomenzó el sábado. Se trata de un plan integral ejecutado de manera conjunta entre municipio y Nación.
Las personas reubicadas vivían en zona vulnerable y con cada crecida del río Salado, sufrían inconvenientes vinculadas a ese tipo de circunstancias. Cuando sucedió la última creciente de magnitud, en 2016, se proyectó esta solución habitacional definitiva.
Plan de reubicación
La reubicación de las familias es parte de un plan presentado por José Corral ante el Gobierno nacional a principios de 2016, cuando Santa Fe atravesaba una emergencia hídrica por la crecida de los ríos Salado y Paraná, como así también por las lluvias. Al respecto, recordó que “esto es posible gracias a que en la crecida anterior, en 2016 y a partir del diálogo con el gobierno nacional le dijimos al presidente que queríamos comenzar a construir casas en Santa Fe para que en la próxima inundación estas familias ya no estén más en un lugar expuesto”.
Las familias trasladadas vivieron durante años en construcciones informales, sin los servicios. “Nos contaban algunas de las familias que debían estar llevando el agua todo el día en bidones y baldes. Tampoco tenían la propiedad de la tierra en la que vivían, porque no se pueden regularizar estos lugares que están fuera del anillo de defensa. Ahora, en sus casas de Jesuitas tienen agua potable, con cunetas, con desagües, y con el título de propiedad. Serán sus casas definitivas y es un motivo de profunda alegría para todos”, concluyó el Intendente.
Las viviendas construidas en barrio Jesuitas se articulan en un proyecto integral que es financiado por Nación y ejecutado por el Municipio. Ese plan incluye a barrio Nueva Esperanza Este, donde se construyeron viviendas y se reubicó a 60 familias.